/Crónicas///

Con un Parc del Forum aún vacío, ya que estaban todos haciendo cola para cuando entré (tras pasarme por alguna que otra también un buen rato), daba el pistoletazo de salida el que parece va a ser el festival nacional del año. Y decimos nacional cuando deberíamos llamarle europeo más que otra cosa. No, no va la cosa de nacionalismos regionales, es mas por la cantidad de guiris (léase, franceses, ingleses, alemanes…) que pululaban por el recinto.

| EL FÓRUM, LOS GUIRIS Y EL MAR |

A pesar de ese aparente vacío, para cuando dejábamos atrás la Feria Del Disco (allí estaban B Core, Aloud y todos los sellos nacionales indies) y avanzábamos hacia el escenario Estrella Damm se iba viendo una importante concentración frente al mismo. Pues si, resulta que encima del escenario estaba ya Herman Düne y su banda.

No se si sería la emoción de entrar al festival, el ansia de exploración del recinto o el que, pero con una leve escucha supe que no era Primavera Sound el lugar mas indicado para ver a los hermanos Düne, que por otro lado parecían elegir equivocadamente su vertiente mas folk que la del blues.

El obligado rápido recorrido por el inmenso recinto para explorar los escenarios, puestos de tickets y típicos stands promocionales de los que regalan cosas (El de Nutella y los que te daban agua, mis favoritos) tuvo su momento justo en ese horario. Justo a tiempo para poder irse al Rockdelux a ver el primer «Don’t Look Back» del día: Dirty Three tocando «Ocean’s Songs».

Warren Ellis lleva tiempo demostrando que esta un poco tarado y no pilló de sorpresa a los que le vimos antes, pero brindó una sesión de chillidos y de balbuceos para los que no sabían mucho del también violinista de The Bad Seeds que dejaron impactado al resto. Tuvimos momentos álgidos en temas como «Sirena» , pero quedo claro (como en un montón de actuaciones) que hay cosas complicadas de disfrutar en plenitud en un festival. Aunque también reconocemos que poder ver el show sentado en la apropiada grada del escenario Rockdelux (una especie de anfiteatro) es bastante mas agraciado para lo que podía haber sido… Bueno, en la grada pero bien abajo para no oirse lo que venia de otros escenarios…

| MAS MAGOS QUE HOUDINI |

Para ser sinceros, a Dirty Three ni los vi terminar. No por que me pareciera aburrido sino por que había una cita insalvable en el escenario casi-gemelo. Dale Crover y Buzz Osbourne no es que se pasen mucho por aquí, así que como para negarles la presencia en primera fila. Empezaron si mal no recuerdo con un «Hag Me» (tras el necesario ruido de acoples de guitarra y batería, como es tradición) pasado por el nuevo filtro de dos baterías de la banda. También hacia la primera mitad tuvimos dos temas esenciales como «Hooch» o «Night Goat» que sonaron (voces aparte) muy similares a la versión de el disco de Fantômas Melvins Big Band. El concierto continuo sin una sola fisura a base de riffs simplemente perfectos de Buzz, una doble batería espectacular (siendo uno zurdo y otro diestro, era especialmente curiosa haciendo efecto espejo) y un bajista que estuvo algo más en segundo plano con contados momentos de atención en «Teet» y en el final «Spread Eagle Beagle» (sin Buzzo) en el que apareció un tercer percusionista a modo del Kurt Cobain del disco para aporrear y animalizarla infinitamente más que en el disco. Tras casi cinco minutos mas de duración de la original la banda fue cerrando un show que aunque fue algo mas comedido en cuanto a rayadas (Lo de tocar «Houdini» en ese apartado les vino bien), terminó con uno de los temas mas locos de su repertorio. A posteriori lo confirmamos, pero inicialmente también pensé que este iba a ser el concierto del festival. No hubo Corgan ni White que lo mejoraran.

Viendo a Melvins, me había perdido a Za (que vaya gracia ponerles a la misma hora sonando bastante similares) y viendo a los esperados Slint interpretando «Spiderland», me iba a perder Comets On Fire interpretando «Blue Cathedral». Con un sonido algo difuso y perdido, comenzaron con «Breadcrumb Trail» que sonó algo carente de garra, tónica general durante todo el concierto. Esta claro que Slint vinieron a tocar «Spiderland» y eso hicieron de manera sobria, como está mandado. Pero si que a Pajo y compañia les faltó el punto de intentar transmitir algo más allá de escucharse el disco tal cual. «Nosferatu Man» por ejemplo ganó algo mas por aquello de la potencia de guitarras y «Washer» fue hipnótica y aburrida a partes iguales.

Con tanto parón entre canción y sobre todo con la sensación escasa de estar viendo algo verdaderamente vivo, decidí hacer una visita rapidísima a Comets On Fire. Dos temas, mucha actitud (increíble la diferencia entre los conciertos de Slint y Comets On Fire) pero tampoco gran cosa… Aún así una pena el cambio de horarios, pues había que haberles juzgado con algo mas de tiempo… Volviendo a Slint para verles acabar, ya pasada la espantada hacia el Estrella Damm, dignamente su actuación «sin alma».

| ENTRE EL CALVO Y EL ENGOMINADO |

Si había una actuación esperada, esa era la de Smashing Pumpkins, o algo asi como: Billy y sus amigos. Si había escépticos sobre eso de usar el nombre de la banda para su nuevo proyecto con su inseparable Chamberlein uno de ellos era yo. Dos nuevos miembros desconocidos y ellos dos mismos, se bastaron para poner a todo el mundo enfervorizado. Aunque antes, una insulsa «United States» no consiguió que ninguno de los que estábamos pasada la torre de luz nos levantáramos. Luego «Today» si que lo consiguió, con un sonido mucho mejor de lo esperado para estos Smashing Pumpkins de hoy en día. Igual paso con «Zero», que la verdad es de agradecer poder disfrutar al menos de boca de Billy por primera vez en tu vida. Pero luego vinieron temas nuevos e historias de medio pelo que hicieron que tomara la decisión de ir con tiempo a ver a Christian Fennesz junto a Mike Patton en el escenario ATP. Esperemos que en Madrid pueda disfrutar de «Cherub», «Tonight», «Disarm», etc para poder sacarles los puntos buenos y malos durante todo un concierto.

De camino, pasé por el CD Drome a ver a una de las bandas nacionales del festival, nuestros queridos Ghouls ‘N’ Ghosts. Tuvieron que sufrir el mayor problema de todos: coincidir con la banda mas grande del festival. Una pena, pues son la típica banda que sólo con sus canciones iban a aumentar sus seguidores exponencialmente tras Primavera Sound. A pesar de ello, me alegro ver que había bastante mas gente disfrutando de lo que decía la lógica.

El austriaco Fennesz y el norteamericano Mike Patton ya estaban encima del escenario para cuando llegue al escenario ATP. En principio pensé que habían adelantado su actuación, pero vi que era por que aun andaban probando sonido. Mucha gente había ya rodeando las primeras filas, pero fue un poquito después cuando la gente decidió pasarse por allí a ver al bueno de Mike (dicen que coincidió con el momento en que Billy se dedicó a tocar acústicas). Aún conociendo los desquicios mentales de ambos, la cosa fue algo desmedida. La verdad, decepcionó Fennesz mas que Patton, pues uno esperaba que Christian iba a ser capaz de sacarle mas jugo a Mike del que sacó. De hecho, parecía más un show de el que de los dos en conjunto. No casaron todo lo esperado, pero a pesar de ello fue una inquietante y brillante puesta en escena de poco minutaje y poco apta para todos los públicos.

| GARAJE ROJO Y BLANCO |

Tras la actuación (que era una de las mas esperadas para mí), hubo espantada rápida hacia el escenario Rockdelux. Afortunadamente, la organización acertó con los horarios y no permitió que los que viniéramos desde el escenario ATP nos perdiéramos ni un minuto de The White Stripes. Así que un escenario repleto de gente nos recibió y aunque en principio había que resignarse a verlo de lejos, en apenas un minuto terminaba uno en segunda fila y sin necesidad de empujar ni un 1 cm a nadie (Tónica general del festival: Smashing Pumpkins y Sonic Youth aparte).

Los hermanos White salieron con el público de su lado y supieron mantenerlo así todo el concierto. A mi, solo me mantuvieron así durante los primeros veinte minutos: una gozada ver a Meg en directo, Jack es un verdadero showman solo con su guitarra y micrófono y en general el sonido que sacan es colosal para ser dos. Pero tras unas cuantas con acústica (el single «Icky Thumb» fue de lo mejorcito de su directo), la cosa se tornó en un compendio aburridísimo y sin ritmo de temas de la montonera junto a nuevas canciones. No fue hasta el final del concierto y los bises cuando consiguieron remontar, y es que el final épico con «Seven Nation Army» y las anteriores «Hotel Yorba», «I Don’t Know What To Do With Myself» o algo atrás, «Black Math» son de banda grande. Pero a modo de debilidad personal, me quedo con los dos temas que se marcaron de «Get Behind Me Satan»: Primero «Blue Orchid» y después una perfectísima «My Doorbell» con Jack al piano. A pesar de que aburrieron mucho, terminaron aprobando sin mayor dificultad, pero si se hubieran preparado algo mejor el examen hubieran estado entre los del cuadro de honor.

| ¿LOS NUEVOS DAFT PUNK? |

Trás The White Stripes, corriendo (no literalmente, que había riesgo de desprendimiento por las escaleras) hacia el escenario CD Drome donde los esperadísimos franceses Justice estaban ya dando rienda suelta a sus ansias de triunfo en el olimpo electrónico. Tras pasar recientemente por el madrileño Low Club, estuvieron en Primavera Sound y en unos dias volveran a Barcelona para el Sonar. Y desde aquí, recomendamos que cualquiera que pueda se pase a verles, pues la fiesta de Justice en directo recuerda y mucho a lo que vimos de Daft Punk en Summercase (salvando las distancias). Van a llegar lejos fijo, no hay más que verles. A «D. A. N. C. E.» no pude llegar, pero si que me dio tiempo a disfrutar de sus últimos 20 minutos con «We Are Your Friends» incluida. Un gustazo de electrónica.

Como andábamos calientes con Justice, Girl Talk era visita obligada, pero la verdad que aunque había ganas no había fuerzas. Así que fue el momento oportuno de retirarse, tras estar allí un ratito, para intentar coger las lanzaderas a Plaza Catalunya. ¿Con que nos topamos? Con una parada repleta y un autobus que no pasaba. Así que tristemente, hubo que tirar de taxi. Vergonzoso, para esto mejor no anunciar que hay autobuses cada 6 minutos.

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31 de mayo de 2007