Siempre hay un final para todo, y el del festival Wintercase San Miguel 2005 en su edición madrileña tuvo lugar el Viernes 25 de Noviembre, tras un mes de actuaciones y de alguna caída de cartel. Y si empezó el festival con bandas «de toda la vida», el festival acababa con dos bandas con mucha historia, sobre todo para la banda neoyorquina Mercury Rev, formada allá por finales de los 80. Aparte los australianos Dirty Three, banda del violinista de Nick Cave & The Bad Seeds y una de las nuevas sensaciones del año en terrenos pop, The Decemberists.
A estos últimos solo los pudimos ver un pequeño trozo de actuación, no lo suficiente como para comentar que tal fue el concierto. Poca gente en la sala aún, y es que eso fue la tónica general de la noche. Comentaron algo sobre un percance que sufrieron en la carretera, pero no alcanzamos a comprenderlo todo.
Cuando el escenario de Aqualung estaba listo, tras una gran espera, para comenzar a disfrutar del extraño post-rock instrumental con tintes tradicionalistas de Dirty Three, apareció el propio violinista y líder de la banda Warren Ellis a hablarnos sobre cosas prácticamente indescifrables, posiblemente debido a algún tipo de estupefaciente… Tras aguantar lo que empezó siendo simpático y terminó siendo una broma de mal gusto, pues la parrafada que soltó el australiano llegó fácilmente al cuarto de hora, comenzó la actuación de esta impredecible banda. Ya con Mick Turner y Jim White en el escenario comenzaron los primeros compases de una canción también indescifrable, sobre todo cuando el violín de Ellis entro en juego. Más tarde atacaron otros temas de su discografia donde el violín de Ellis si encontró su sitio, anonadando a muchos de los presentes.
Mención aparte para el propio Ellis, que llenó el publico de caras atónitas entre parrafadas, gritos, la locura con la que toca sus temas y por supuesto, por lo buen músico que es. El grupo ofreció por tanto un concierto un tanto extraño, el juego de luces era hasta molesto y algunos pasajes se hicieron largamente aburridos (cosa que no pasa en sus discos), pero mencionar el repaso que hicieron a algunos de sus discos como el gran «Ocean Songs» o su ultimo trabajo «Cinders» del que intuí temas como «The Zither Player» o la propia «Cinder»
Tras este concierto, que en general sorprendió a la gente que no conocía a Dirty Three, llegaría el turno de la última actuación del festival en su edición madrileña, era el turno de Mercury Rev. Para cuando los de Buffalo salieron a escena, ya sabíamos que el montaje escénico que llevaban iba a ser realmente genial: proyector al fondo, numerosos instrumentos y muchos más focos de los vistos en todo el festival. Y es que, Mercury Rev, siempre se han llevado unas grandes críticas en sus conciertos y parecía que podía ser hoy otro día bastante interesante. Empezaron con una enormemente emocionante y contundente canción de su último disco, «The Secret Migration», la que también abre dicho disco. Estamos hablando de la fenomenal «Secret For A Song», que me parece una de las mejores canciones de los Donahue y compañía. A lo largo de la noche sonaron más temas de este disco, como la tremenda «Across Yer Ocean», la tranquila «Diamonds» o la emocionante y trepidante «Vermillion».
La banda se mostró intratable encima del escenario, notándose las tablas de la banda neoyorquina a cada compás, sin hablar más que los justos «Gracias» entre canción y canción y con un amplio set-list que solo cojeo en las excesivas canciones lentas que se siguieron en una parte del concierto, creo recordar que entre ellas estuvieron «Holes» y «Tonites Shows», grandisimas canciones pero muchas de ese palo seguidas pueden cansar mucho.
Aún así lo retomaron a tiempo y pudimos seguir gozando de la voz de Donahue y de la excepcional manera de tocar del resto de la banda, aunque sin duda el líder de la banda también lo fue aquella noche encima del escenario: ahora con un serrucho, luego cojo la guitarra, luego me muevo para un sitio, luego al otro… Sin duda todo un show de hombre y un show de banda, pues la ayuda del material visual tanto a nivel de focos como de proyector, hicieron que dicho show sea de lo mejorcito de este año por estos terrenos más pop-indie.
La banda marchó del escenario a la hora y poco de salir, el público (grandes fans había por allí) pidió más por supuesto y la banda se lo dio. Tres bises, que en total sumaron unos 20 minutos mas de concierto. Entre los bises estuvieron dos de sus grandes temas: la archiconocida «Goddes On A Hiway» y la canción estrella de «All Is Dream», la gran «The Dark is Rising». Entre enormes aplausos y bastante emotividad, se fueron del escenario. No sin antes hacer reverencias al público y mostrarles un gran agradecimiento. Grandes. Junto a Teenage Fanclub, los más grandes del Wintercase 2005.
Y como todo tiene despedida y el Wintercase también la tenia, pues tuvimos que acercarnos y la verdad que este último día que parecía algo mas «flojete» en cuanto nombres, fue mucho mejor de los que esperábamos más de Supergrass, Kaiser Chiefs… Así que triunfadores sobre todo Teenage Fanclub y Mercury Rev. Para el próximo, esperemos estar allí para contároslo, por que este festival alegra la llegada del invierno hasta al más victimista del mundo.