Calor de justicia en la segunda jornada del festival valenciano de Benicassim, al menos hasta los últimos compases de la actuación de los gallegos Triángulo de Amor Bizarro en el merecido escenario Verde.
| ISA VS SR CASABLANCAS |
Lejos del habitual ensalzamiento de las salas de pequeño aforo, a los chicos de Triángulo de Amor Bizarro les vino de perlas un escenario tan mastodóntico cómo el principal de Benicassim. Volumen consistente, sonido nítido y una actitud muy digna fueron las principales bazas para convencer a un público mayormente formado por nativos (por españoles, vaya). Comenzaron con la caña de algunos temas emblemáticos de su primer disco para pasar rápido al factor más ambiental de su nuevo disco, «Año Santo». El final volvió a ser cañero – heavy metal lo llegó a llamar Isa – con la sexualización definitiva del estribillo de «De la monarquia a la criptocracia» cambiando «arreglame» por «arreame», «El crimen: cómo ocurre y cómo remediarlo» y el «Himno de la bala». Están en mejor forma que nunca, así que esperemos que no decaiga.
Sr Chinarro es uno de esos artistas patrios que no se pierde ni una cita festivalera. De hecho, el mismo bromeó al respecto del incontable número de veces que ha actuado en el festival, aunque su mejor momento bromista llegaría cuando se preguntaba sobre el verdadero Ryan de Ryanair (y sobre todo se acordaba de su web). Bromas aparte, el reducto de españoles que se respaldaban a las faldas de la montaña pudieron disfrutar de un muy buen concierto del Sr. Luque. Evidentemente ninguna novedad en el entorno, pero si sabiendo aprovechar una hora y ambiente muy propicia para una propuesta a priori calmada.
El líder de The Strokes, Julian Casablancas, no tuvo siquiera la suerte de su compañero Albert Hammond Jr a la hora de lanzar su propuesta en solitario. Julian era la voz de la banda neoyorquina y suponíamos que ya sólo con eso lo llevaría en volandas, pero parece que no. El inicio ecléctico le sentó muy bien al set, incluyendo una «Hard To Explain» bastante bien ejecutada, pero a la larga se tornó en aburrido y fuera de sitio. No es que lo que hace lo haga mal, sino que no sigue una línea común y así es todo muy complicado. De más a menos.
| ORGULLO LOCAL |
Nadie nos lo iba a decir de antemano, pero al final se cumplió lo esperado: Ilegales dieron uno de los conciertos del día. Fuerza, tesón, grandilocuencia, chulería, potencia, mala leche, sentido del humor y mucha autenticidad fueron las armas que presentaron en escena, en uno de los conciertos de su gira de despedida. Un justo y merecido homenaje que contentó a la mayoría del sector nacional a golpe de tablas y carisma. Esperemos poderlos ver en un concierto propio de esas prometidas dos horas antes de que se separen.
Mumford & Sons hicieron algo así para su público local, el británico. Llenazo absoluto para una banda que apenas llegó a estas tierras, sobre todo gracias a las pequeñas mozas que gritaban alocadas a los miembros de esta propuesta folk-pop. No hubo tiempo de ver si eran para tanto porque en seguida hubo que volver al Verde.
Allí Hot Chip volvían a hacer notar que lo suyo en terreno británico era algo incomparable a lo que les ha pasado en España, y eso que aquí han tocado en casi todos los festivales de su estilo. El arranque fue muy bueno, hasta los 3 o 4 primeros temas teniendo a la gente dando todo a cada beat, pero en seguida la cosa se tornó en excesivamente lineal y orquestado. Les falta para triunfar con su directo una dosis de viveza que no consiguen en ese encajonamiento que tienen.
| ELECTRO ÁFRICA |
Lo poco que pudimos ver a Yacht nos sorprendió gratamente, aún tratandose de la banda que probablemente peor sonido obtuvo en un festival de un sonido impecable como el FIB. La impactante imagen de cada uno de sus miembros, sobre todo por la amiga rubia que no paraba de bailar, puso el show de concierto entre lo más sorprendente del día. Daba igual la poca gente que hubiera y ese mal pensado solapamiento con Goldfrapp, puesto que el sonido guitarrero que llevan al directo y la actitud nos gustó.
Goldfrapp sin embargo hizo un poco alarde de lo de siempre: estar estupenda, cuidar que los fotográfos me pillen con el viento en la cara y al final pocas nueces. La imagen está cuidada al milímetro, pero el concierto perdía intensidad a cada paso, y sobre todo perdía viveza con un exceso de elementos pregrabados.
Del concierto de Vampire Weekend podríamos comentar mucho pero no lo vamos a hacer. Si ya los visteis o leisteis en su paso por Madrid y Barcelona lo de Benicassim vino a ser un calco, con apenas algunas modificaciones en las charlas entre temas mentando ahora a «los campeones». «A Punk», «Horchata» (dedicada a la horchata valenciana), «Cape Cod Kwassa Kwassa» u «Oxford Comma» provocaron el delirio que merecen como cabezas de cartel, pero nos volvemos a quedar con la experimentación de «Diplomat’s Son» por encima de todo. Buen concierto, pero esto ya lo habíamos visto literalmente igual, así que nos aburrió.
Para cerrar el día fuimos corriendo a ver cómo era ese revival del «Unknown Pleasures» de Joy Division de la mano de Peter Hook. Sin ser un fan demasiado aguerrido de la banda podemos decir que se trató de un aguerrido y gritón intento que convenció pero que pudo ser muy mejorable, al menos en la parte que pudimos ver. Es un poco feo que Hook apenas se dignase a tocar el bajo, que permaneció colgado todo el concierto.
A Dj Shadow lo fuimos a ver y apenas nos topamos con una bola encima del escenario. Se supone que dentro estaba el Dj, pero entre que no nos hizo gracia y que las fuerzas medraban fue el momento de la huida.