El viernes apostamos fuerte por ir a primera hora a ver a Empty Files, ganadores de un afamado concurso de maquetas local que les valía su presencia en el festival. Congregraron bastantes amigos y fans en la carpa emulando los sonidos de bandas que claramente veneran como Nine Inch Nails y Massive Attack. Vale, resulta una propuesta quizá manida o fuera de su tiempo, pero lo hacen muy bien en directo, aún están empezando y qué demonios, se echa de menos este tipo de sonidos más contundentes en el festival. Pasamos de lo maquinal a lo más humano con la cantautora Izaro, que deleitó con una fresca mezcla plurilingüe de pop, folk, bossa, etc. y la mezcla siguió aunque en entorno más eléctrico con The Amazons y su rock que no acaba de ser ni «n roll» ni «indie-«.
Explosions in the Sky FOTO: Dena Flows
La parada obligada era Explosions in the Sky, más que nada por ser otro de esos puntos y aparte del cartel que tanto nos gustan. Desconectar de los típicos ritmos de pop bailable para sumergirnos en las excursiones desde el drone a la épica que recrean estos tejanos, siempre es un viaje en el que queremos un ticket, por mucho que haya momentos turbulentos o en los que de ganas de echar una cabezada en vez de mirar por la ventanilla. Totalmente imperdonable su solape con Jessy Lanza y Animic, teniendo en cuenta que más adelante tendríamos que tragarnos el turrón de The Killers sin más opción.
Pero antes de Las Vegas, nos iríamos a Seattle para quedarnos con lo genial que se desenvolvieron Fleet Foxes. Su recién editado nuevo disco refuerza la visión folk de esta, la que fuera banda de neohippies favorita de la crítica en su día. Ya son algo más y yo diría que van camino de instituciones del folk-rock indie tipo Wilco. Es decir, bandas que serán llamadas a festivales, pese a que no son los festivales ni mucho menos su habitat natural. En cualquier cosa, un recital delicioso de psicodelia suave y llena de matices instrumentales.
Fleet Foxes FOTO: Rock In Focus
Entre Phoenix y Jens Lekman no teníamos preferencia. La amenaza de lluvia decidió por nosotros y nos quedamos en la comodidad de la primera fila de Lekman a disfrutar de un concierto lleno de sonrisas, orientado al pop de salón y con pizcas teatrales. El sueco venía arropado con una banda de chicas visiblemente motivadas por su cancionero, algo que siempre da buen resultado y favorece la conexión, aunque el público no se sepa el repertorio.
Pues eso, que en The Killers, artífices del sold-out del día, nos plantamos con la esperanza de que a fuerza de repertorio al menos quedara una velada divertida. Y mira que los muy pillines salen a tope con «Mr. Brightside» y luego intercalan los hits para levantar al público en cuanto éste se amuerma. Pero ese truco deja una sensación de altibajo que se nota mucho. A mi alrededor, gente botando como loca para a continuación pasarse el siguiente tema (por ejemplo ese reciente nuevo single rollo disco-anodino) parloteando. Hubo poca épica y la sensación de que la banda ha recalado en Kobetamendi al borde de la zozobra.
En cambio Royal Blood, en su tremenda simpleza, enganchan y llenan un escenario grande con su rock alternativo millenial que te mezcla en una batidora a Queens of the Stone, Muse o Jet. Ni siquiera tienen tantos hits aún, pero con simples riffs y volumen brutal, salen triunfadores. Salvo cuando hablan en vez de tocar y pretenden hacernos cantar «olé, olé olé olé», tal vez una reivindicación de la antigua banda de Marta Sánchez, no sabemos. ¿Lo peor de Royal Blood? Que les hicieran coincidir con una banda de igual configuración, Niña Coyote eta Chico Tornado.
Royal Blood FOTO: Dena Flows
Y para terminar, decidimos primar a Trentemøller sobre Los Punsetes. El danés derrochó atmósferas de electrónica ambiental alternadas con números post-punk apoyados en voz femenina, un concierto de electrónica bastante orgánico y espacial al mismo tiempo. Los madrileños mientras tanto estaban reventando con su pop de anti-estadios el escenario Matusalem, curiosa situación cuando menos.
LEER JUEVES: Depeche Mode, Spoon, Austra…
LEER SÁBADO: Die Antwoord, Brian Wilson, Blonde Redhead…
