Muchas veces los que escribimos sobre música intentamos dárnoslas de serios en un intento de parecer asépticos y distanciados del grupo. Todos hemos caído en eso alguna vez, pero hay otras en que no vale la pena hacer la pantomima. Emerge son, en opinión del que escribe, una de las bandas más emocionantes de toda la ola de rock instrumental de los últimos años. De aquí y de fuera. Aunque nos ofrecen su obra con cuentagotas, la espera de su disco mereció la pena y sus melodías, pese a no seguir un patrón convencional, están tan grabadas en mi cabeza que puedo seguirlas casi paso a paso en su directo.
Y es que si algo me parece complicado de lograr de un concierto de Emerge es, para empezar, clavar esa sincronía de cinco miembros tocando instrumentos clásicos y modernos para recrear esa suite que es «Te Dije que algún día nos reiríamos de esto». Así que hay que señalar de primeras algo que nos chocó. Su habitual cellista no estaba, siendo sustituida por otro músico que, imagino, no tuvo una tarea nada sencilla aprendiéndose la música del quinteto y adaptar su cello al particular lenguaje del paciente rock instrumental.
A todo esto, hablamos de la primera presentación del disco y de la banda en Bilbao, que se apañaron para hacer en el espectacular marco de la Alhóndiga. Este tuvo sus pros y sus contras. El enclave es muy bonito, moderno, permeable al arte -es obra de Philippe Starck- y además el sonido fue bueno, gracias al empeño de la banda que no paró de hacer señas al técnico. Todo lo que el concierto ganó como evento abierto -la Alhóndiga es un edificio público cuya planta baja es zona de paso- lo perdió un poco como concierto de rock. Seguro que para la banda fue estimulante además de un pequeño regalo de fin de semana para los viandantes que se quedaban atrapados en sus bellos pasajes. Pero es cierto que a algunos un concierto en un recinto más recogido, con gente más metida en su música, nos hubiera resultado más satisfactorio.
Y ojo, que vivimos una interesante paradoja. Pese a notarse que un 90% de público no había tenido contacto previo con su música y pese a ser en un recinto que al fin y al cabo no deja de ser «la calle», el clima de respeto a sus atmósferas fue constante en todo el concierto. Mucho nos tememos que la media de asistentes a conciertos no es tan respetuosa, incluso aunque haya pagado entrada. La excepción tan sólo lo pusieron algunas risas y gritos de niños que, aunque a su manera, parecían disfrutar de lo lindo, enganchados a la cinta a pie de escenario como si esperasen a la estrella de rock de turno. A alguno hasta le vimos arrimándose a los amplis para sentir las vibraciones de la banda cuando entró en fase eléctrica. No sabemos quién dio el aviso de que Emerge eran una banda apta para chiquillos, pero le dieron un toque gracioso y entrañable al asunto.
Así, ante un público heterogéneo, distanciado pero numeroso, unos de pie, otros sentados, unos de paso, otros acomodados, el quinteto empezó a desgranar ese cancionero que se nos queda tan escaso a nosotros y a ellos también, ya que prácticamente sonó su disco dos veces y alguna otra inédita. Primero invocaron su parte acústica. Sentados, ofrecieron ese lado más delicado durante algo más de media hora. Hay que decir que en esta parte, sobre todo en la inicial «Te Dije» sí notamos al cello un poco perdido, más veloz de lo normal y, siendo parte tan vital, deslucía un poco. Lo achacamos a esa dificultad del cellista de acoplarse tan rápidamente a algo así.
No hubo razón para mayor queja, ya que la conexión fue mejorando hasta el punto de que, llegado el propio «Te Dije» en versión eléctrica, con el consiguiente cambio de instrumento, dicho acople fue mucho más adecuado. En lo que respecta a las sensaciones musicales, la belleza, la delicadeza, la épica sin aspavientos del disco fueron llevadas a este escenario igualmente, sin aspavientos, con énfasis en lo musical y no en lo escénico. Especial atención a esos momentos de palmas de «De esto» que nos parecen además de efectivos tremendamente divertidos en directo (hasta hubo quién se animó entre el público a imitarlas y eso que no es una secuencia muy ortodoxa).
La cuestión es esa, que el setlist de ambas partes aunque con órdenes diferentes fue muy similar y así bromeó David al despedirse anunciando irónicamente que iban a repetir una canción, como novedad de la noche. A la postre creo que la reiteración jugó un papel interesante, sobre todo para quienes no les conocieran (que ya digo que serían muchos) tuvieran un curso acelerado de lo que son Emerge. A nosotros también nos gustó pero bueno, una renovación del cancionero para ocasiones así tampoco estaría mal. Al margen de lo registrado en estudio hemos de destacar una vez más la canción conocida como «Tulipán Negro» si no me equivoco, protagonizada por la trompeta y con un ritmo más ágil y divertido que el resto del repertorio.
En definitiva, lo de Emerge no me sorprendió porque ya les había visto en directo (cuanto tiempo ya) y porque sus melodías me tienen absorbido desde que salió su último disco y mucho antes. Pero desde sigo opinando que son únicos, merecen mayor reconocimiento y son una de esas bandas que el día que falte todo el mundo reivindicará.
::VIDEO de «TE DIJE» EN ELÉCTRICO