/Crónicas///

Mono – Bilbao (12/03/2010)

8.0
Fever Blue, 3/4 de sala
Precio: 15/18

SETLIST DE MONO

Ashes in the Snow
Burial at Sea
The Kidnapper Bell
Pure As Snow
Yearning
Sabbath
Follow the Map
Halcyon (Beautiful Days)
Everlasting Light

La pasada vez, no sólo estos japoneses no recalaron en Bilbao sino que coincidió su fecha en Madrid con la de los más brutotes Baroness en la capital vizcaína. Así que bien está tener esta oportunidad menos de un año después. Y bien está también tener unos teloneros de lujo como son los zaragozanos Interlude, un grupo que pese a su filiación underground cuenta con una buena manada de seguidores y vienen a Euskadi con asiduidad.

A priori se presentó bastante gente para ver a una banda como Mono con una sala Blue de la Fever muy poblada. Y es que puede que el post-rock lleve ya mucho tiempo dando tumbos pero parece que está viviendo una segunda época de gloria entroncando con los más jóvenes. Dentro de esta tesitura, Mono no son Mogwai, ni GY!BE, ni su discografía está a la altura, ni son un alarde de originalidad, pero ya se pueden considerar bastante clásicos dentro del género y por ello, muy respetados.

Interlude como siempre salieron con nota. Dispuestos en el alargado escenario (uno está acostumbrado a verles en sitios pequeños, más apretados y en formación más compacta), desplegaron ese post-hardcore rabioso, cuyo toque más punki y militante lo pone el vocalista, su presencia y sus letras en francés y español denunciando los males del capitalismo. En cuanto a lo instrumental, más sugerente, ondulaciones emocionales del screamo, coqueteos con el post-rock, etc. Nos llamó la atención en lo estético la camiseta de Health de uno de sus miembros, una señal más de la escasa cerrazón en escenas que vive la música actual. Ojala que tocar ante tanta gente ampliara su base de público.

Pero era indudable que Mono era la razón por la que la mayoría de la gente estaba ahí. Uno se da cuenta de que los grupos suscitan modillas cuando detecta personas en el concierto pasando el rato o echando unas risas, más que prestando atención. Y hombre, no es cuestión de que el público de Mono sea tan solemne/soso como la propia banda (que lo es) pero si hay conciertos en los que es fundamental prestar atención son los de este tipo. Si no consigues meterte en la espiral de ruido dulce que los nipones generan, tienes todas las papeletas para que el concierto te parezca un rollo y/o siempre igual.

Claro que ellos no lo ponen fácil. El hecho de que tan sólo su bajista quede en pie balanceándose mientras los dos guitarristas, entre ellos el gurú Taka Goto tocan agachados y por tanto semi-invisibles al público, no es de recibo en un concierto en sala. Suponemos que la fecha gallega que fue en teatro el público la disfrutó mucho más. En fin, una vez sacadas toda las pegas, grupo inexpresivo al extremo y presencia escénica nula, podemos concluir que su sonido fue perfecto y sus viajes instrumentales, pese a no variar demasiado estructuralmente, definitivos. Era relativamente fácil perderse por sus túneles de distorsión melódica, evocadores de los elementos que tanto les gustan, el viento, la nieve, las tormentas, el mar, como si fueran la interpretación musical de la famosa ola de Hokusai.

Lo de Mono fue un gran recital, que nos gustaría ver por aquí con orquesta por cierto, que desde luego pulverizó la imagen que ofrecen sus discos, hermosos pero con menor contenido emocional del que se les atribuye. Sonaron mucho más contundentes más crudos y menos volátiles que en lata, mirando en las partes más crispadas frente a frente al más puesto grupo de post-metal. Necesitan algo más de variedad, así que esperamos que toda ampliación futura de su repertorio vaya en este sentido.

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12 de marzo de 2010