En el panorama musical siempre hay grupos que siguen corrientes, grupos que se adaptan, grupos que nacen al calor de otros… podría decirse que estos ocupan un alto porcentaje del total. Corren el riesgo de alcanzar un éxito rápido y por tanto una gran mayoría está condenada a caer en el olvido igual de rápido o casi peor, en la indiferencia. Y hay otras, como es el caso de los noruegos Turbonegro, que van a su bola. Ellos fueron vitales en el desarrollo de la escena punk-rock escandinava que tantas alegrías dieron en los 90 y de la que ya solo quedan cenizas y reflejos apagados.
Pero los caracterizados personajes de esta carismática formación mantienen viva su llama y tras el exitoso y deliciosamente melódico «Party Animals», regresan por la puerta grande con «Retox», en el que hacen lo que saben, ni más ni menos. Si te gustan te gustará y sino no, con ellos no hay término medio. Y esta vez, pese a lo adelantado en la cercana al punk-pop «Do You Dig Destruction», la banda regresa a unos parámetros algo más sucios, al menos en la producción.
Definir a estas alturas su sonido resulta bastante repetitivo pero se puede decir que en su marmita particular Kiss, Ramones, Stooges y AC/DC se disuelven entre abundante cerveza y cuero. Así no falta el punk-rock macarra como «Welcome to the Garbage Dump» , «You Must Bleed – All Night Long» o la diversión apocalíptica de «We’re Gonna Drop the Atom Bomb». Es imposible negar que su espectro está limitado y sus canciones suenan cada vez más a ellos mismos, para lo bueno y para lo malo, pero dentro de lo suyo saben buscar salidas, en ocasiones por el hard-rock de corte más melódico como «Boys From Nowhere» o «Hell Toupée».
Hay hueco para las parodias en relación al físico, en este caso «Everybody Loves a Chubby Dude» tal vez autoparodia, dado lo ancho que se le ve a Hank – el maquillado frontman- últimamente. Pero todo este rock divertido y facilón tiene su reverso en de oscuridad metálica como la atropellada y destroyer «No, I’m Alpha Male», que seguro se convertirá en una imprescindible de la banda.
Turbonegro son una de esas bandas que consiguen que lo difícil parezca fácil. Y Con toda seguridad en «Retox» lo han vuelto a conseguir, sumándose otro disco de rock n roll divertido y desprejuiciado, 44 minutos de nuevo arsenal para sus festivos directos. Y con todo un nuevo himno como es el epilogo «What Is Rock», perfecto resumen de lo que representa la banda y cuya descacharrante letra enseña a sus huestes su particular visión del negocio del rock n roll. Por muchos años.