/Reseñas///

Nine Inch Nails – Year Zero

Nine Inch Nails - Year Zero portada
Universal, 2007
Productor: Trent Reznor, Atticus Ross, Alan Moulder
Banda: Trent Reznor, Josh Freese, (Saul Williams, Jeff Gallegos...)

Géneros: ,

8.3

Los últimos Nine Inch Nails parecen destinados a dar una de cal y otra de arena. Tras la expectación creada pre-With Teeth, aquella suerte de Downward Spiral para las masas desencantó a muchos. Pero recientemente la fe ha sido en parte recuperada con una gira impecable y muy dirigida a satisfacer a los fans, especialmente a los que asistieran a más de un concierto.

Visto ahora, la gira más bien parece una forma de canalizar el marketing viral que ha precedido al lanzamiento de «Year Zero». USBs en los baños con canciones filtradas y decenas y decenas de páginas webs sobre conspiraciones fascistas en los EE.UU. del futuro reciente establecían el eje temático y levantaban la curiosidad (y el dolor de cabeza también) sobre el nuevo disco. Todo ello para promocionar de forma supuestamente underground un disco que ha sido todo un cambio procedimental en la carrera de NIN; tan sólo dos años después de With Teeth y compuesto principalmente durante la gira de aquel.

Compuesto es un decir, porque si algo hay que achacarle a «Year Zero» es la escasez del canon de canción rock, en favor de tormentas y jugueteos electrónicos. Si «With Teeth» significó los NIN más melódicos envueltos en capas y capas de producción, esta nueva entrega nos presenta a los NIN más electrónicos, instrumentalmente minimalistas y portadores de una agresividad industrial que, hay que reconocerlo, entronca bien con el mundo paranoico y desolado que pretende evocar.

Los jugueteos con los sintetizadores nos dejan así ejercicios de terrorismo sonoro como la intro de «Hyperpower!» o la chirriante «My Violent Heart». Ejercicios emparentados con ‘popes’ de la electrónica abstracta como Aphex Twin (especialmente audible en la genial «The Great Destroyer», cuyo dualismo bien ilustra el disco) y que dejan claro que esta vez Trent Reznor ha preferido maltratar unos cuantos oídos para intentar regresar a su pedestal como artista de culto.

El experimento alcanza éxitos notables en temas con pegada y rabia maquinal, en el punto en que Reznor sabe salpicar voces aquí y allá bien ensambladas con los beats, como «Vessel» y la atmosférica «Me, Im Not», que recuerda en su atropello vocal a «The Big Come Down», sin duda de lo mejor y más misterioso del disco. Y es que ni siquiera en la final «Zero-Sum» encontramos la ya típica balada de despedida sino una amalgama de ruidos, susurros sobre un colchón melódico de fondo que casualmente recuerda a TV On The Radio.

Lo malo es que cuando Reznor pretende hacer canciones suena a cliché. Las melodías de «Capital G» son tan de agradecer en el disco, como suenan a ya oídas. Lo mismo puede decirse de «The Beggining of the End», basado en un manido ritmo que bien hubiera cabido en «With Teeth», siendo probablemente el momento más rock del disco. A ella le sigue «Survivalism», tal vez el single más flojo de la vida de Nine Inch Nails, eso si, con evidente gancho de baile. Del guiño al pasado de la discotequera «God Given» y lo poco que aporta a la carrera de Reznor y al propio disco mejor ni hablar.
Sería fácil caer en el maltrato del disco porque sí. Lo cierto es que sus tormentas electrónicas son en muchos casos estimulantes, si bien a estas alturas de una banda como Nine Inch Nails -que se podía permitir el lujo de cambiar cada noche el setlist en su última gira-, uno espera canciones con gancho o al menos composiciones que ericen el vello. Destacar en este sentido que el piano también se ha perdido en este apocalipsis post-industrial, con la excepción de «Another Version of the Truth».

De elogiar es la valentía de Trent Reznor al sacar algo así, que seguramente introduzca a alguno de sus fans en los parámetros de la electrónica inteligente. Aún así, «Year Zero» es un disco más interesante que apabullante, más para establecer un ambiente que vibrar con él de emoción. Lo que está claro es que en las tiendas debería buscarse bajo el epígrafe de electrónica y no de rock.

Contenido relacionado

1 de enero de 2007