/Reseñas///

Nine Inch Nails – With Teeth

Nine Inch Nails - With Teeth portada
Interscope, 2005
Productor: Trent Reznor, Alan Moulder
Banda: Reznor, White, North, Dillon, Cortini (Grohl)

Géneros:

8.0

NIN han sido durante muchos años una banda tanto adorada por fans de varios estilos musicales, como repudiada por los puristas. Reznor nunca fue fiel a nada, por tanto los industriales de pro nunca le admitieron como exponente del género, mientras que su sonido agresivo y electrónico pero con inusual gancho melódico le dejaba en algún lugar entre el crossover metálico y el rock alternativo. Lo que está claro es que una carrera con momentos tan lúcidos como el sintético Pretty Hate Machine, el desgarrado Downward Spiral, el flamígero ep Broken o el reflexivo y tortuoso The Fragile, no presentaba mancha alguna que ensuciase su reputación y calidad como artista. Estamos, hay que ser conscientes de ello, ante uno de los perfiles más altos del rock de los últimos años.

Pero Trent Reznor es humano, pese a lo que pueda parecer y quienes esperaran una vuelta de tuerca «artie» a lo expuesto en alguno de sus dos discos de estudio previos tendrán la mandíbula desencajada desde el momento en que escucharan ese primer single de la discordia, The Hand That Feeds. A nadie se le escapa que es el single más deliberado que ha lanzado Reznor (ni siquiera el también criticado «The Perfect Drug» fue tan directo) ni la similitud rítmica que posee con el célebre «You Really Got Me» de los Kinks. ¿Deja esto indiferente? Pues primer objetivo logrado entonces. El single que tantas puertas le puede abrir «MTV»tívamente hablando no iba a ser freno para el interés de los fans de siempre. Así, buceando superficialmente en la web, llegaron a nuestros oídos otros dos temas, uno onda Fragile y otro más propio de los Queens of the Stone Age que igualmente, deja a los fans alucinando rock&roll.

Cierto es que sabíamos que era un disco más orgánico, Reznor pretendía dar protagonismo a las baterías como demuestra el fichaje de Dave Grohl para la mitad del repertorio. Este hecho tiene una relevancia extramusical en el sentido de la reconciliación de Reznor con el mundillo alternativo, ya que en su día Reznor llegó a despreciar las composiciones de Nirvana. Algo que por otro lado no queda políticamente correcto de acuerdo a los nuevos propósitos comerciales de un músico rehabilitado por enésima vez. Si, Reznor ha madurado y ha dejado de lado los ejercicios ombliguistas -geniales, por otro lado- para cambiar algo en el rock que escucha la juventud. Este podría ser el concepto de With Teeth desde el propio sonido hasta la portada.

Así, tenemos a unos NIN más melódicos y alternativos en temas como All The Love In The World, bella y progresiva donde notamos un mayor atrevimiento al usar la voz tanto de modo frágil como rockista, haciéndose coros a si mismo. Gana mucho con las escuchas. Un single a largo plazo (el segundo ya está adjudicado) podría ser Every Day Is Exactly The Same, tema con un riff de base que irónicamente casi podríamos esperar más del próximo disco de Filter. Esta faceta delicada pero optimista de la banda también la podemos observar en un tema de herencia Soundgarden como la misteriosa Sunspots en la que Trent llega a falsetear.

Esta mayor profusión melódica no quiere decir que el disco sea inofensivo. Ahí tenemos temas veloces y chirriantes como la furibunda You Know What You Are (sonido Broken), la motorizada The Collector, el torbellino de rock desatadísimo de Getting Smaller o la corrosiva saturación de The Line Begins To Blur. También podríamos hablar aquí de la propia The Hand That Feeds, el tema pop con la más arrolladora producción que haya escuchado últimamente. Y es que NIN siempre ha sido sinónimo de rabia, más o menos contenida, más o menos explícita y más o menos acelerada. Por eso en un terreno mucho más árido y proclive a The Fragile se sitúan temas como la rabiosa The Collector y la más reposada pero también venenosa Love Is Not Enough.
Para los que pedían experimentación, ahí está Beside You In Time psicodélica y plácidamente hipnótica, la mayor marcianada en un disco sorprendente. Only, segundo single tampoco tiene precio como tal y es que su ambigüedad sonora hace que no pueda considerarse un tema propiamente ni rock, ni funky, ni electrónico, aunque suena como retraer «Closer» a la época discotequera de Pretty Hate Machine. Otro éxito resulta inevitable nombrar al hablar de ese cierre con el piano como protagonista de Right Where It Belongs, reactualización del concepto introspectivo de «Hurt». Si de algo se beneficia este disco es de que Trent ha descubierto nuevas potencialidades a su voz, tratando de hacer que suene bien como otro instrumento sin perder su expresividad.

No hay absolutamente nada que reprochar a cada composición por si misma. Son buenos temas, elegantemente construidos, con las suficientes dosis de visceralidad, crudeza y accesibilidad, de apabullante producción y brillantemente mezclados, tareas en las que Reznor si que sigue superándose a sí mismo. Pero ¿y esta sensación de dejá vu? Es decir, no dudo que este disco habría sido importante en mi vida si lo hubiera escuchado con 14 años. Pero resulta que yo tuve la suerte de vivir los tiempos del Downward Spiral, con lo cual todo rastro de novedad aquí me sabe realmente a muy poco. Por ello no considero ni por un momento que el presente disco pueda ser tan siquiera equiparable a las dos grandes obras de Nine Inch Nails. Aún así, cada uno elije por qué cara del diamante quiere mirar With Teeth y espero que cale hondo entre los jóvenes oyentes.

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1 de enero de 2005