/Reseñas///

Nine Inch Nails – The Slip

Nine Inch Nails - The Slip portada
The Null Corporation, 2008
Productor: Trent Reznor, Atticus Ross, Alan Moulder
Banda: Trent Reznor, Alessandro Cortini, Josh Freese, Robin Finck

Géneros: , ,

8.3

Parece que la relación entre Trent Reznor y Creative Commons sigue viento en popa. Ya se demostró con la salida hace apenas 3 meses de ese mastodóntico proyecto que fue “Ghosts I-IV”, primer lanzamiento de la banda como producto de distribución libre por la red, probablemente el disco más descargado desde el primer experimento a gran escala de estas características, “In Rainbows” de Radiohead. Y si bien se vendieron aparte lujosas ediciones limitadas del producto en formato físico y Reznor se quitó la presión de crear el arte que acompañase a su música cediendo la creación del mismo a sus numerosos fans (amén de que tragarse casi cuarenta temas instrumentales puede producir empacho), no cabe duda de que la propuesta supuso otro ladrillo en la construcción del muro de la nuevas formas de edición y movimiento de música a través de las nuevas tecnologías.

El nuevo paso se llama “The Slip”, y no hace más que afianzar la nueva posición de NIN ante la industria, pero desde una óptica distina. Y es que si los ‘Ghosts’ pueden considerarse como un primer tanteo, un producto atípico que difícilmente hubiera tenido distribución física regular y que le sirvió a su creador para calibrar la reacción de los consumidores; esta nueva obra es más lo que se podría considerar como la verdadera continuación del excelente “Year Zero”; un álbum compuesto por una decena de canciones donde aparte de los omnipresentes temas instrumentales volvemos a encontrarnos la voz de Trent y una orientación nuevamente más roquera y convencional.

Teniendo en cuenta el endiablado ritmo de composición que ha adoptado Reznor de unos pocos años a esta parte, no es de extrañar que “The Slip” suene bastante similar a las obras que lo han precedido. De este modo el álbum comienza con “999,999” y “1,000,000”, intro atmosférica y tema crudo y directo que recuerda a temas de las mismas características aparecidos en dos últimos álbumes; aunque más crudo sea “Letting You” que, sorpresivamente, nos retrotrae a los ya muy lejanos del abrasivo “Broken”.
Los parecidos se tornan decididamente más descarados con “Discipline” o, lo que es lo mismo, el single perdido de “With Teeth”; un tema claramente rítmico a base de guitarra y piano y que a pesar de recordar demasiado a “The Hand That Feeds” sale triunfadora gracias al buen hacer de su compositor. Menos evidente es “Echoplex”, que enlaza la estructura de la anterior con un matiz algo más experimental, que crece aún más al llegar a la paranoia electrónico-industrial de “Head Down”, remitente a los tenebrosos pasajes de “Year Zero”.

La (agradable) sorpresa nos llega de nuevo de la mano de “Lights in the Sky”, que recuerda a los momentos más reflexivos de “The Fragile”, y que se prolonga con la innecesariamente larga “Corona Radiata”, conformando los momentos más abstracto del disco. El tramo final de la experiencia vendrá servido por la excelente “The Four of Us Are Dying”, que debería entrar a formar parte desde ya de los mejores momentos de los NIN instrumentales; y por la vivaz “Demon Seed”, que nos deja un entrañable sabor del ya casi prehistórico “Pretty Hate Machine”.

Nuevamente, “The Slip” vuelve a ser un muy buen disco, no a la altura de los grandes clásicos que todos tenemos en la cabeza, pero que permite a Trent seguir manteniendo a Nine Inch Nails como una de las grandes bandas de la actualidad, cosa a valorar bastante si tenemos en cuenta como han ido cayendo como moscas muchos de sus compañeros de generación. Y creo que gran parte de este triunfo viene por el conocimiento de por donde es probable que evolucione el mercado, dejando de lado los problemas financieros y contractuales con las obtusas grandes empresas y apostando por la creación de su propio sello digital (The Null Corporation) que le proporciona una mayor flexibilidad burocrática y le permite dar a conocer su música gratis por internet siempre que quiera. Es una muestra de saber amoldarse a los tiempos que corren y, por tanto, de sabiduría.

 

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1 de enero de 2008