Bautizarte Morenas y lanzar un disco llamado «Trío» no parece la mejor forma de que te encuentren en Internet, un repositorio en el que el sexo es el mayor reclamo. Pero seguro que les pareció divertido y acorde al caracter desenfadado del proyecto. Porque Morenas son punk y también son pop, un pop ruidoso al estilo 80’s americanos, como unos Wipers entregados al canto coral (nos referimos a que unen sus tres voces, no a que hagan gregoriano) y con la urgencia juguetona de los Feelies.
Cada uno de los cortes de este debut en largo cuenta con su personalidad pero un sonido propio y global brilla por encima de todo: una base ritmica cabezona, guitarras levemente atonales que pese a lo ruidoso van describiendo un rastro ensoñador y voces melódicas con desenfoque radial que dejan letras minimalistas y a menudo indescifrables.
Dentro del frenesí urgente del disco destaca fácilmente «Miralá» pegadiza polaroid de la banda admirando a una moza comiendo sandía con irracional épica, arrebatadora melodía de guitarra y cavernícola batería. Sin duda una de las canciones del año para los amantes de ciertos sonidos añejos. También nos fijamos en los estallidos optimistas de «Todo Lo Bueno» y «San Juan», pruebas de la aparente facilidad con que el trío nos conquista.
Pero Morenas también pueden sonar graves hablando de «Perros» y entre espídicos y mesiánicos refiriéndose a las «Las Montañas», o meter unas notas sureñas a la espiral de «Obra Mayor» o mostrar su mayor número de caras dentro de los cambios de dinámica de «El Gallo». La buscada monotonía global del disco tampoco es que llame a destacar canciones por separado, sino más bien a disfrutar de esos 20 minutos largos como si de un track se tratase. Esta monotonía será tanto handicap como punto fuerte, depende en los oídos en que caiga.
No es que Morenas estén en nada parecido a una escena, pero si has disfrutado en los últimos tiempos de bandas como Cuello, L’Hereu Escampa y parte de lo que se cuece en su sello, Discos Humeantes (Fantasmage, Futuro Terror), puede que te sientas inclinado hacia su certero ruido de aires retro, a la vez cortante y jovial. Un punk-rock de bailar y poguear al tiempo. En «Trío», los alicantinos Morenas consiguen sacarle toda la épica al garaje.