El adelanto del tercer largo de los neoyorkinos The Men dejó confusión momentánea pero un regustro triunfal. «Open Your Heart» invocaba, tal vez en el momento justo, a los Replacements y a Hüsker Dü. No eran influencias nuevas, pero nunca habían sido tan patentes, nunca habían sonado tan rockeros y melódicos. Ante la pregunta de si el disco contiene temas que superan a este clásico instantáneo mi opinión es tajantemente no. Y eso no impide al disco rozar la excelencia.
Tal vez que el tema homónimo remita al sonido SST tanto no sea sólo cosa de sonido. Pocas bandas de punk-rock entendido de una forma tan abierta consiguen llevar, como en aquella época, una carrera tan vertiginosa y progresiva (3 discos en 3 años con una notable evolución). Así las cosas, The Men parecen estar llamados a ser una de las grandes bandas de rock contemporáneo. Esta vez el cuarteto ha querido dejar atrás el mal rollo que rezumaba «Leave Home» y ver el lado amable de la vida, en música y (escasas) letras. Sientan las bases con el punk-rock para coger unas olas de «Turn It Around» o el garaje-fuzz de «Animal», con casi los únicos gritos del disco, que son además matizados con coros femeninos.
Incluso en los momentos más agresivos, realmente lo están pasando bien y más adelante veremos como «Cube», lejos de esa mala hostia casi terminal de antaño, se acerca más a la algarabía punk, pese a que intenta con dramáticos giros instrumentales captar parte de la fiereza que les dio a conocer. Hay que reconocer, viendo los resultados del disco, que si los neoyorkinos quieren tirar por este camino, harían mejor en cantar -que por lo visto, no lo hacen mal- que en gritar y quedarse a medias.
De todos modos la banda puede seguir perfectamente en su condición semi-instrumental, gracias a temas tan diversos como la psicodelia en la onda Real Estate de «Country Song» o el lento ascenso hacia el rock sesentero de «Presence» en el que se cruza Spacemen 3, algo así como el reverso hippie del «If You leave…». O los también 7 minutos de instrumental ágil de «Oscillation», con Sonic Youth mezclándose con Mogwai para forjar un indie-post-rock que rezuma colores y clima veraniego. Como epílogo, recoge esas mismas vibraciones «Please Don’t Go Away» en forma de rayo de luz shoegazer, directo al estribillo. Se trata de un disco variado, a veces igual demasiado, pero sí que hay ciertos enlaces muy bien pensados. Al ya citado, se une la sucesión de «Open Your Heart» con «Candy», la cara más country-rock de esa vena Replacements, un tema de aires calmados y campestres que nunca pensamos escuchar de ellos.
Cerrarán el álbum con ese rock prendido de noise y fuzz que recuerda de nuevo a viejos conocidos (Mudhoney, Sonic Youth, Dinosaur Jr.), en uno de esos temas a los que no se puede acusar de calco sino de correcta asimilación de estilo y sonido.
Las cosas buenas ganan por mayoría a las malas en esta nueva entrega de The Men. Las buenas se derivan del espíritu de superación de una banda que, del noise y el hardcore, ha sabido adoptar lenguajes más clásicos demostrando en poco tiempo un amplísimo rango de acción con grandes resultados. Las malas, de que «Open Your Heart», aún siendo uno de los lanzamientos de la temporada, no deja de presentarse en su momentos pretendidamente punks, como algo descafeinado para una banda que antes era excitante y peligrosa. Tal vez si su anterior bajista, el gritón Chris Hansell se hubiera mantenido en la banda, hablaríamos de disco perfecto, dándole ese toque que temas como «Animal» o «Cube» piden a gritos, nunca mejor dicho. Pero como no sabemos si eso hubiera sido posible, abrazamos con fuerza la nueva visión positivista del cuarteto.