La formación californiana Fu Manchu ha sido siempre demasiado punk para la densidad sonora de los seguidores más acérrimos del stoner, pero también demasiado densos y pesados para el mero seguidor del rock alternativo. No es que no encajasen en ninguno de los dos espectros, es que quizás su impecable trayectoria de pioneros ha quedado empañada por otros compañeros de generación/estilo más aplaudidos por crítica y público.
En esta retrospectiva reseña aprovechando su inminente paso por España con la gira de aniversario de uno de sus mejores trabajos, «King of the Road», no podemos dejar de lado esta injusticia. Fu Manchu hicieron aquí un trabajo discográfico que bien puede ponerse a la altura de sus dos primeros trabajos, perdiendo cierta frescura e irreverencia punk para ganar un sonido mucho más variado. Sin duda, este es su disco de la madurez.
Si algo tenía este «King of the Road» en sus primeros compases es poco respiro, como demuestra la dupla inicial que es «Hell on Wheels» y una pegadiza «Over the Edge». Pero también deja en evidencia una versatilidad de estilos dentro de la habitual columna de riffs stoner sobre todo aupada por un Brant Bjork a las baquetas que estaba dispuesto a ampliar horizontes. Así por ejemplo uno puede incluso bailar al ritmo del Groove pesado de «Boogie Van» o verse sorprendido por el cencerro de «Blue Tile Fever». Las guitarras de Scott Hill y Bob Balch han encontrado pocos nexos de unión tan perfectos como en el tema que da título al disco, siguiendo el legado guitarrero de Black Sabbath pero con mayor olor a gasolina y a velocidad. Si bien la parte final del trabajo flojea algo comparado con el arrollador inicio, temas divertidos como «Weird Beard» mantienen el tipo con una diversidad estilística nada forzada.
El disco acaba con otra de las habituales versiones de los californianos, en esta ocasión con un homenaje a una de esas bandas de temas tan redondos que siempre encajan en cualquier estilo en la que se versionean los de Scott Hill (como ya ocurrió con Thin Lizzy o Blue Oyster Cult). Hablamos de una simple versión del «Freedom of Choice» de Devo que cambia los sintetizadores por amplificadores al 10 y mucho olor a skateboard. En pleno año 2016 podremos ver cómo ha envejecido el disco en Madrid el 6 de octubre y en Barcelona un día después.