/Reseñas///

Bloc Party – A Weekend In The City

Bloc Party - A Weekend In The City portada
PIAS, 2007
Productor: Jacknife Lee
Banda: Kele Okereke, Gordon Moakes, Russell Lissack, Matt Tong

Géneros:

7.9

Que tiempos estos de internet. Parece que ningún disco grabado se libra de los filtrados meses antes de su edición. Especialmente grave fue el caso que nos ocupa, el segundo disco de Bloc Party que debía decidir si el hype estaba inflado o no. En noviembre ya lo teníamos por ahí con un sonido desigual entre canciones, lo cual aceleró las opiniones acerca de un posible fracaso. Tampoco era para tanto.

El disco parece comenzar con agilidad en «Song For Clay (Dissapear Here)» que pese a su toque gótico pasa un tanto indiferente como si de una larga intro se tratara. Uno de los temores que asomaban tras escuchar «Silent Alarm» era por un lado que sería difícil de superar esa peculiar mezcla de rock de pose ochentera con actualidad emo y arrebatos de postgrunge y posthardcore. El cuarteto se ha amparado en un mayor uso de la electrónica y los teclados han robado espacio a los riffs.

Así, nos mete de lleno en un tema bailable con marcada pulsión electrónica, «Hunting FOr Witches», el punto más instantáneo de «A Weekend In The City» y que más le conecta con su debut. El terreno de los singles no está para nada descuidado e ilustran a la perfección los derroteros de la banda. Así en «Prayer» tenemos una pizca de experimentación y rareza entre capas electrónicas que desemboca en uno de sus típicos estribillos donde la voz de Okereke invita a cantar con él. Más directa y simple es «I Still Remember» azucarada y placentera, jugando en el equilibrio entre el himno y la ñoñería.

Y es que si en «Silent Alarm» teníamos arrolladoras canciones de tema romántico como «This Modern Love», aquí la cosa incluso toma tintes pelín pastelosos en «Sunday», aunque por fortuna «On» representa la vertiente más bailonga de este nuevo filón. Volviendo a pensar en su debut, hay que pensar que Bloc Party sin riffs y sin vibrantes ritmos son poco más que una bonita voz sin rumbo. Tal vez próximamente veamos un disco de nanas al estilo de «Srxt».
Por lo demás sus dinámicas de guitarra comienzan a dar síntomas de agotamiento, fácilmente constatable en «Waiting For The 7:18» y encontramos inéditos momentos de tedio como «Kreuzberg», mientras otros suenan a retazos como «Where Is Home?» que los efectos sonoros no consiguen camuflar. Y esa es la gran tragedia más de la banda que del disco, que cuanto más se alejan del sonido que les hizo conocidos (aunque no sea mucho en ningún caso) más patinan. Como excusa podríamos poner el momento algo más agitado de «Uniform», con testimoniales riffs.

Pese a que me encuentro un tanto desencantado por la bajada de revoluciones y electricidad respecto a «Silent Alarm», no cabe duda de que «A Weekend in the City» es uno de los grandes discos de comienzo de año. Ya no bailamos, ya no gritamos y nos emocionamos bastante menos, pero la banda sigue llevando al oyente a paisajes oníricos sin necesidad de una gran sofisticación instrumental y es magia es la que les mantiene en una más que honrosa posición.

Contenido relacionado

1 de enero de 2007