En un género como el que practican Explosions In The Sky u otros coetáneos del genero cómo Mogwai o Mono es altamente importante poderlo disfrutar a gusto y con un sonido claro. Pues por fin podemos gritar a los cuatro vientos que la céntrica Joy Eslava es el sitio perfecto para disfrutar de sonidos tan precisos y preciosos cómo los de estos tejanos.
Haciendo un poco historia, el pasado mes de mayo nos tuvimos que dar un buen golpe de morros cuando Explosions In The Sky fueron baja del festival barcelonés Primavera Sound. Afortunadamente, unos meses después les tenemos en cuatro ciudades españolas acompañados de otros esperados como Spoon.
En su actuación madrileña, con el cartel de Sold Out en la puerta, vimos una expectación bastante estratosférica. Vale, uno podría pensar que era cosa compartida con una banda que ya lleva más de diez años como Spoon. Pero el tiempo que estuvimos dentro de la sala nos dejó claro que la verdadera estrella de la noche eran los de las explosiones. Debido al periodo de enfermedades respiratorias que atesoraba un servidor debíamos aprovechar las virtudes del recinto y tirar para los palcos de primera y segunda planta. En la primera, toda la barandilla llena, así que nos colocamos en la segunda para poder tomarse el concierto con calma y sin agobios. ¡Y vaya decisión! Visión perfecta, sonido envolvente y la sensación de volar más al alcance de la mano.
Y es que nada mas salir a escena Munaf Rayani, uno de los guitarristas de la banda, nos invitó en un buen castellano a que cerráramos los ojos y fuéramos a las estrellas. Y en menor o mayor medida, fue lo que inevitablemente todos visitamos en esa tarde/noche madrileña. Por que, en contra de lo que oí a mucha gente previamente de que un grupo así esta hecho para oírselo en casa relajadamente y no para verlo en directo, Explosions In The Sky hicieron lo mismo que Mono hace ya un año en Moby Dick: demostrar que la música en directo tiene el doble de capacidad mágica de hacernos flotar y conmover.
El momento final de «The Only Moment We Were Alone» con una enorme potencia conmovió a todos, del mismo modo que la extensa «Catastrophe And The Cure» nos hizo llegar directamente a las estrellas o como «Memorial» y «Welcome, Ghosts» se convertían en una coreografía instrumental perfecta. La cuantía de disfrute del concierto era clara: cuanto más los habías disfrutado en disco, mas te tocaban el corazón en directo. Así que, no era de extrañar que una vez acabaran con el set (con burbujitas de colores pululando en el aire) el respetable les dejara como regalo una ovación extensible a todo el desmontaje de cableado de la banda. Se fueron impresionados con el recibimiento y nosotros con el alma de ellos.
Con este panorama Spoon lo tenían muy difícil para mantener el tipo, pero las tablas y las canciones de su importante trayectoria deberían haber sido suficientes para por lo menos dar el callo. Y les costó mucho sacar a la gente del trance post-Explosions In The Sky a base de melodías y escasa potencia. No fue hasta que aparecieron algunos cortes recientes como «Don’t Make Me A Target», la lineal «The Ghost Of You Lingers» (si, inexplicablemente a la gente le llega mucho esta canción) unido a clásicos como «The Way We Get By» cuando la cosa se animó. Por otro lado fallan momentos como «The Underdog» sin vientos que saca a relucir las carencias de un grupo que en disco (con «Ga Ga Ga Ga» y con el material antiguo) saben sacarse el máximo provecho pero que inexplicablemente en directo van cayendo en lo lineal y en lo inexpresivo. Probablemente de haber compartido cartel con unos Super Furry Animals ahora hablaríamos de lo grandiosos que son, ya que muchas veces las compañías nos pierden.
Cierre de lujo para un Wintercase que sigue cosechando éxito tras éxito.