Llegaba por fin el Primavera Sound Touring Party a Bilbao. Por lo que habíamos visto, las ciudades anteriores (plazas no demasiado fuertes en conciertos, todo hay que decirlo) no habían registrado grandes llenos. Y eso que la marca tira mucho. En Bilbao no había más que buenas vibraciones para una noche con artistas como Lee Ranaldo o sobre todo Standstill, que ya han tocado con anterioridad en Kafe Antzokia y con notable éxito. Si a eso le sumamos el buzz de la promotora barcelonesa, todo pintaba muy bien.
Allí llegamos para ver a Headbirds abriendo fuego con su sesión. Papeleta complicada iniciar una noche así, poca gente dentro de la sala y mayormente sentada o en la barra. Sin embargo pareció agradar y es sin duda un nombre que añadir a esa cantera de artistas electrónicos nacionales y exportables que, catapultados por el éxito de John Talabot, están despuntando en los últimos años. Por qué no fue reservado para cerrar la noche con el ambiente más caldeado, es lo que no nos explicamos.
A continuación llegarían Refree en su nueva encarnación contundente y rockera y formato quinteto. Se trata de una propuesta que cautiva precisamente por el ruido y el impacto, la base rítmica atronadora, los teclados psicodélicos y centelleantes y la banda dejándose la piel. A la batería les acompañaba un Victor García (Ghouls N’ Ghosts, The Unfinished Sympathy, The New Raemon…) ejerciendo un papel bastante más complejo del que le hemos visto con las citadas bandas. Entre todo este ruido, la voz melódica y suave de Raül Fernandez queda un poco rara. Esto hace una mezcla noise-prog-pop interesante por atípica, aunque a la larga parece que la fórmula no cuaje del todo, si bien el hecho de no entender las letras en catalán supongo que resta gracia. En cualquier caso, provocaron que aquello empezase a parecer una fiesta mientras la sala iba registrando un lleno aceptable y hasta vimos a un tal Gabi Ruiz en las primeras filas ataviado con txapela local.
Finalmente sería el turno de Lee Ranaldo, quien por derecho propio debería encabezar una velada así. Para nosotros lo hace y no sólo por la fama de Sonic Youth, de cuyos ecos aún hay en su directo (los mejores, para que lo vamos a negar, cuando Steve Shelley se pone en modo torbellino mientras el guitarrista saca chispas de su instrumento). Como no tenían demasiado tiempo, se enfocaron radicalmente a su último disco, un poco más flojo en canciones y más divagante que el anterior. Pero como hace apenas un año que presentaron aquel en el mismo escenario, no hay motivo de queja. Así, hubo menos melodías redondas, pero más atmósfera, derivas psicodélicas y clímax al más puro estilo SY, derrochando la clase de unos veteranos junto a la humildad de una banda que prácticamente está empezando y que parece haber encontrado en nuestro país y en la gente de Primavera Sound, aliados naturales.
Entre el horario ya tardío y el retraso acumulado para un jueves, nos fue imposible ser testigos de como Standstill más que probablemente dado su solvente directo, triunfarían ante un público ganado de antemano presentando de nuevo «Dentro de la luz» en Bilbao aunque sin espectáculo, a diferencia de dos días después en Madrid. Como dirían en el Reality de la gira, de cuyas cámaras dimos buena cuenta, al día siguiente aún nos esperarían Extraperlo, The Free Fall Band, Paus y Svper, que esa misma noche estaban en Valencia.