El viernes todo comenzaba en la Joy Eslava, para muchos la mejor sala de Madrid ahora mismo, por lo que era una buena idea elegir ver allí a Health, asi como a TSOOL y Standstill.
A los suecos de The Soundtrack Of Our Lives les tocó una vez mas representar al rock. El rock sueco, en plan elegante, que se centró mucho en su nuevo disco «Communion». A un servidor le faltó escuchar temas clásicos como «Nevermore» y un poco mas de volumen en la voz de Ebbot, pero por lo demás estuvieron tan bien como siempre suelen hacer estos suecos de pura cepa.
De Standstill podemos decir muchas cosas, pero ninguna nueva. Hoy por hoy son lo mejor (o de lo mejor, vamos) que uno puede ver en vivo de nuestra cosecha, pero es que lo de sus actuaciones no-acústicas del Primavera Club ya es otro cantar. Una vez más nos sorprendieron, como llevan toda la vida haciendo, con un set de temas nuevos para enmarcar. Antes se dedicaron a repasar lo de siempre, cómo despedida de toda la gira «Vivalaguerra» (esta vez si que si). La sala otra vez los volvió a acompañar. Pero luego sacaron una sección de vientos y una de cuerda y se dedicaron a presentar los temas que pronto se incluirán en su nuevo material. Pasajes orquestados fundidos con percusiones imposibles por mediación de Piti y unas letras que parecen seguir la estela de «Vivalaguerra» de manera mucho mas continuista de lo que supuso el cambio de su «Standstill» a su más reciente trabajo. Geniales, y punto.
La última de las actuaciones de la sala Joy Eslava era una de los mas esperados para los entendidos y fieles seguidores gafapastiles. También para nosotros. Y es que la labor ruidista y bailonga de HEALTH es inevitablemente sensacional en vivo. Mucha fuerza, mucha tensión y una sensación de suciedad en el ambiente que caló muy hondo. HEALTH en vivo son mucho mas que lo que uno espera, sobre todo porque entre toda la pose de modernismo encontramos una actuación potente y un batería practicamente metalero que respalda todo lo desquebrajado de su noise. Mas recomendables en vivo, que en disco… ¡Y eso no es poco en su caso!
El paso de Joy Eslava debió pasar justo por el concierto de The Pastels. Al menos a su recta final. Pero claro, en Primavera Club hay que tener en cuenta que hay que alimentarse… Asi que mas bien pasamos a hablar de la increiblemente esperada actuación de Cymbals Eat Guitars, que en Caracol pasaron a ser una de las actuaciones mas destacadas y con mas motivación de todo el festival. Empezar con «And the Hazy Sea» no fue buena idea, pero supieron mantener ese ambiente a medio camino entre Modest Mouse y Pavement con un buen hacer indigno para su edad. Esperemos que podamos verles mas veces en Madrid, sobre todo haciendolo tan bien y con tanto publico.
La idea era partir de allí hasta el Círculo de Bellas Artes a dar cuenta de la bailonga actuación de Wave Machines, pero una cola extremadamente larga y un frío invernal exagerado nos llevó directos a la cama a descansar los oidos. «Mañana mas».
