De un concierto como el que dieron El Páramo y Trono de Sangre en la sala Gruta 77 con el patrocinio de Fer Xplosión y Nooirax Producciones no podemos contar mucho más que lo que ya debe estar escrito por cualquier otro lado. El Páramo son una de esas bandas que veas las veces que veas siempre cumplen… De hecho, más bien siempre nos apabullan con un conciertazo, hay que reconocerlo.
Antes de todo esto llegaron los a priori desconocidos Trono de Sangre, que en realidad son muchos viejos conocidos de toda la escena madrileña con un disfraz cortante, macarra y gritón que les va como anillo al dedo. Dos miembros de Emerge (bajo y guitarra), con Hector de Gone With The Pain junto al batería de Moltisanti se juntan para dar mucha zapatilla y unas altas dosis de adrenalina screamo, pero en el mejor sentido de la etiqueta. Aciertos casi constantes en las alternancias de las voces, una base rítmica precisa y un buen gusto excelente para partir del punk y del post-hardcore para acceder a los cada vez más vulgarmente usados gritos histriónicos. Muy bien.
Lo de El Páramo de luego ya decía, lo de siempre. Y eso de «lo de siempre» en un grupo así es lo mejor que les puede pasar. Son únicos a la hora de hacer algo lúdico de un género tan intenso y emotivo como es el stoner. Da igual que te guste o no su trabajo discográfico (que va tocando renovar, por cierto), puesto que al final estos se suben al escenario, se crecen y con cada golpe al instrumento te conquistan. El sonido de la sala les vino que ni al pelo, así que podemos decir que la nitidez de sonido fue la diferencia que otras veces no tenemos. «Varicela» y sus jams, para cerrar: tan genial como siempre.
