The Popo, curiosa panda de frikies, como divertimento o broma me parecieron perfectos, pero como teloneros de un concierto de 40 euros me parecieron lamentables. El momento requería otro tipo de introducción que la de unos tíos a los que prácticamente cualquier músico podría suplirles en cualquiera de los instrumentos. Teclados saturados, ritmos simples (y tan simples) de batería y cierto aire de locura calculada fue lo que ofrecieron The Popo en su media hora de actuación.
Respecto a NIN, vaya por delante, que yo no me considero un gran fan de la banda. Para nada. De no haber tocado el 15 y teniendo cosas importantes para mi vida que hacer el 14, no hubiera ido. Y por más que lo he intentado las dos últimas obras de Trent Reznor, no me entran, aunque algunos, sobre todo respecto de The Fragile, los vean como autenticas obras maestras. Para mi, The Fragile no pasa de ser una curiosidad y With Teeh un disco más. Sin embargo, en la tesitura de considerar obras maestras estoy yo con «Closer» y con «The Downward Spiral», y aunque se le noten los años, con «Pretty Hate Machine» . Por eso, me pareció muy bien que nos dejaran «sin dientes» y sólo tocaran «The Hand That Feeds», de lo más llevable de With Teeth, y el que no tocaran demasiados temas de The Fragile (ver set list adjunto), hizo que prácticamente fuera el set list perfecto, para lo que yo pudiera esperar (aunque me falto «Wish» para redondear la lista), además de la imprescindible «Head Like A Hole» para cerrar y de regalito algo que nunca hubiera esperado, pero que en realidad es mi tema favorito de NIN, siendo de Joy Division, «Dead Souls» (B.S.O. El Cuervo). Escuchar Mr. Self Destruct, Piggy, Heresy, March of The Pigs, CLOSER, Ruiner, LAST, Eraser, Reptile o DEAD SOULS, como he dicho, para mi, impagable. Bueno, impagable no, 40 euros.
Por lo demás a Trent Reznor y mercenarios se los ve en forma. Trent está claro que no es el de sus tiempos mozos y para mi está claro que fuerza la pose (eso de tirar la guitarra al final del concierto a sus años y sus pelas, pues vale), pero tablas tienen de sobra y el concierto lo situó a nivel de ejecución y sonido entre los cuatro o cinco mejores conciertos que he visto en mi vida, ahora no dejas de quedarte con cierta sensación de frialdad. En un concierto de sólo hora y treinta minutos, entre otras cosas, por la manera de salir del escenario.
Por mi parte, misión cumplida. Acerté con el día en que más se lanzaron a tocar temas de la espiral y cumplí con la obligación de ver a Trent Reznor en directo. Expectativas cumplidas al 99,99%. Y si así salí yo, supongo que el que fuera un completo fan de la banda saldría completamente encantado. Única pena para mi, no haberlos visto hace diez años.