Pues pocas veces uno ve a tanta gente con ganas de «quitarse la espinita» como nos ha pasado a los asistentes a Festimad 2005 con los californianos Fu Manchu. Aún recordábamos ese tercer o cuarto tema con el que tuvieron que salir por patas ante el inminente peligro de desplome del escenario. Dos años después y con un nuevo disco bajo el brazo (¡Y menudo disco!) se presentaban de nuevo por aquí junto a Valient Thorr, y en el caso concreto de Madrid también con Textures (que aunque pintaban poco, hacían más interesante aún el cartel).
Bueno, en realidad simplemente aparecían en el cartel pero realmente no aparecieron por Copernico finalmente. Parece que los problemas de la carretera les hizo que no pudieran estar a tiempo. Inconveniente solventado más que de sobras por parte de los organizadores del concierto (Frontline) que hicieron algo que uno desafortunadamente no ve mucho: Devolver el dinero a quien quisiera por haberse caído del cartel un telonero. Digno de aplaudir.
Con el descuadre de horario terminó uno perdiéndose el comienzo de la actuación de los camioneros barbudos de Valient Thorr, incluida (o no) «Fall Of Pangea», tema que forma parte de un conocido juego de guitarras. Lo que si pudimos comprobar es que el sucio rock and roll de tintes espaciales de los de Carolina del Norte hicieron una de las mejores labores de telonero que uno ha vivido. Si bien no son una banda stoner, a base de guitarrazos, de sudor y de extrañas teorías espaciales. «Heetseeker» y sobre todo el riff impactante de «Exit Strategy» les valió para poner Copérnico patas arriba. Hacía el final además nos hicieron agacharnos a todos para decir que en este mundo todos somos iguales, al menos esa noche lo fuimos en cuanto a sudor.
Valient Thorr les dejaron el público en bandeja a Fu Manchu, aunque quizás algo más animalizado de lo esperado. Así que para cuando Scott Hill y sus chicos aparecieron en escena la gente estaba que se subía por las paredes. Así que empezar con «Pigeon Toe» no fue demasiado buen comienzo. Rápidamente «Laserblast!» apareció para ir enloqueciendo al publico y después «Tilt» arreglaron el invento para el resto del concierto, metiendo a toda la ya la repleta Copernico en el bolsillo. Brad Davis sigue tan soso como siempre, Scott Reeder aporreaba muy dignamente la batería por la que han pasado ilustres como Brant Bjork y un Bob Balch que fue el que mas ganas demostró tocando. Scott por su parte, es Fu Manchu, y estuvo en su sitio todo la actuación compartiendo protagonismo con Bob.
La esperada «Hung Out To Dry» también en directo demostró que es uno de los temas más acertados de toda su carrera, mientras «Eatin’ Dust» ganaba claramente la partida a otro tema nuevo como «Shake It Loose» algo blanda en directo. Después la cosa se calentó aún mas. Primero con uno de sus clásicos en directo, «Boogie Van», luego el momento más jammie de la actuación con «Saturn III» para desembocar en un «Hell On Wheels» que provocó un movimiento en las primeras filas que prácticamente continuo durante todo el resto de la noche. «We Must Obey», que da titulo al nuevo disco, también demostró que sus nuevas composiciones están entre lo mejor de su repertorio, aunque la inclusión de «Sensei Vs Sensei» bajo notoriamente la calidad tras dos piezas clave como son «Mongoose» y sobre todo un clásico de los 90 como es «Evil Eye». Para finalizar, «King Of The Road» con todo el mundo cantando fue para enmarcar.
Volvieron después para ver que queríamos oír. A decir verdad, debieron tocaron «Asphalt Risin'» por que se les puso en las narices y nos dejaron un regalazo final en forma de versión. Uno hubiera preferido el «Freedom Of Choice» de Devo, pero el «Godzilla» de Blue Oyster Cult fue una más que inteligente decisión. Pero claro, una banda con tanta trayectoria no debería dejarnos con tal mal sabor de boca y debería haber rematado con un par de temas más. Ese quizás ha sido el principal problema desde los inicios de la banda. Poca ambición y ganas de terminar arrasando… Demasiado tarde para cambiarlos.