Un par de años hace ya de aquel regreso a los escenarios de Emerge, con formación y aires renovados. Primero fue un accidentado concierto con Toundra en el Café La Palma y después un sensacional evento en Moby Dick con (lo:muësô), dónde repetían ahora para presentar por fin su nuevo disco.
Curiosamente el repertorio de aquel entonces no distaba mucho del que tuvimos en esta puesta de largo en pleno 2011, contando con ese extenso tema único del álbum que presentaban por fin. Lo escuchamos ya tantas veces en vivo que cuando lo pudimos disfrutar en estudio (a través de Bandcamp de momento) había perdido el factor sorpresa. Bien, pues en vivo sigue la cosa creciendo y creciendo a medida que los cinco miembros de Emerge se han ido haciendo con los treinta y pico minutos de «Te dije que algún día nos reiríamos de esto». Digamos que cuanto más cómodos están con ello más nos hacen disfrutar.
El anticipo inicial vino de la mano de otro tema que ya hemos podido vivir los que solemos acercarnos por sus conciertos (si mal no recuerdo, «Tulipán Negro» era el título), con Manolo centrándose en la trompeta y con un largo desarrollo que vino muy bien para iniciar. Aún así, la cosa fue inevitablemente a más con los susodichos cuatro cortes que han registrado en este álbum. Como antes decíamos, a la banda se la nota mucho más engrasada y segura con ello, incluyendo en esto las transiciones que algunos de sus miembros hacen a otros instrumentos; los efectos de guitarras mucho más extremistas y jugosos; la cada vez mejor contención en la pegada de su baterista Pedro; el bajo de David encajando mejor que nunca (dicen que en la parte trasera de la sala estuvo el sonido muy alto, eso si) y una Shehrezade que hasta bailaba tímidamente con el cuerpo en el tramo final de concierto.
Con otro de los temas inéditos se despidieron, usando un repertorio que tiró por tierra todo el encasillamiento que teníamos con estos chicos gracias a unas estructuras alejadas de los típicos clones post-rock. Si al principio nos era inevitable hablar de Explosions In The Sky u otras bandas algo más emotivas que experimentales, quizás es hora de ponerlos mucho más cerca de la etiqueta post-rock en la acepción que engloba tanto a Tortoise como a los Mogwai más cambiantes. Andan sobrados de buenas ideas y eso se nota desde el primer día.
Antes que todo esto ocurriera abrieron Gatonieve, con su nueva formación y concepto. Las bases programadas y los teclados se llevan por delante todo material previo, dejando apenas la voz de Elena y la batería de Javier García del sonido habitual, pero quedando un resultado más que interesante. Sin duda se notaba que les queda todavía bastante que pulir, porque a veces la cosa quedaba un poco enmarañado de sonidos pregrabados, pero ese concepto entre trip-hop y rock guitarrero puede dar muy buenos frutos. Seguiremos la pista seguro.