/Crónicas///

Beach House – Madrid (22/11/2015)

Victoria Legrand, Alex Scally (Skyler Skjelset y Graham Hill)
9.0
La Riviera, Lleno
Precio: 25 €

Levitation
Walk in the Park
Gila
PPP
All Your Yeahs
Silver Soul
Space Song
Wishes
On The Sea
Master of None
10 Mile Stereo
One Thing
Myth
Sparks

BIS
10:37
Somewhere Tonight
Irene

Hay un momento complicado en la vida de una banda que marca mucho el devenir de una formación: el temido momento de la madurez. Hablo de ese estado en que, tras un considerable éxito, toca asentarse en un estilo que los hace especiales pero con el movimiento justo para ni perder su identidad especial ni hacer un cambio demasiado brusco. Por supuesto, si la madurez es exquisita no hay que simplificar el discurso o limar las aristas estilísticas para llegar al gran público, sino simplemente saber de dónde vienes y a dónde quieres ir te hará ir dónde quieres.

Esto es Beach House hoy en día. Una banda de madurez exquisita con un sonido único y especial, que se resiste en caer en las garras de la comercialidad aun cosechando nuevos exitos con cada pasito. Y si bien los dos discos que han dado a luz este año han sido una decepción para el que escribe (peores composiciones, sin más), en su directo no hacen más que demostrar que el status de banda grande ya no se lo va a quitar nadie: setlist variados en cada fecha, firmeza en la ejecución, puesta en escena cuidada, comodidad cada vez más notoria y una duración de concierto tirando a larga para los tiempos que corren.

Los de Baltimore aterrizaban otra vez en La Riviera de Madrid tras otro éxito en la Apolo de Barcelona, y como ya hicieran en su última visita, colgando el cartel de “No hay entradas” en todas las fechas. Esta vez costó más, porque el ambiente denso de “Depression Cherry” es de todo menos fácil de digerir (algo mejor el sorprendente segundo trabajo del año “Thank Your Lucky Stars”). Pero sobre todo, la sombra de excelentes trabajos como “Bloom” y “Teen Dream” es muy alargada y pesada para convencer con nuevo material. Aún así,  todas las demás novedades que mostraron Beach House en escena convencieron, y hasta superaron las expectativas recogidas de su visita anterior. Sobre todo la gran novedad es que los Beach House de 2015 son una banda mucho más segura de sí misma, algo encarnado claramente en la figura de una Victoria Legrand menos tímida y mucho más comunicativa y magnñetica. Alex también está ahora más liberado de presión con un nuevo miembro añadido a la formación para casi el 90% del concierto (nada más y nada menos que Skyler Skjelset de Fleet Foxes), permitiendo olvidarse de tener que tocar las partes de bajo del cancionero anterior con sus pies y limitándose a sus manos y a la guitarra. Por mucho que esto nos encantaba, mejor tenerlo algo más relajado.

Beach House - Madrid (22/11/2015) - Beach House

Otra cosa digna de aplauso es que, si bien el lastre que puede suponer presentar dos discos nuevos haría prever el habitual olvido de temas antiguos, se toman la elección de repertorio muy en serio alternando cada noche temas antiguos con nuevos de manera excelente y variada. La selección de “Depression Cherry” fue bastante acertada y limitada a apenas cinco canciones, igual que con apenas tres del reciente “Thank Your Lucky Star”. Lo justo y necesario, así nos quedaron nueve temas más de entre sus clásicos de entre los que nos regalaron incluso temas de sus inicios como “Gila” o “Master of None”, así como temas menos obvios como la preciosa “Wishes”, la trepidante “10 Mile Stereo” y  la bonita “On The Sea”. “Irene” como colofón fue otro momento mágico, aunque como era de esperar fue “Myth” el tema más aplaudido. Si tuvieramos que destacar temas nuevos, sin duda que nos quedamos con la aguerrida carga de guitarras de «One Thing» y una gran versión de«Sparks».

Así que podríamos hablar de que siguen adelante con las virtudes que ya habían demostrado en sus conciertos previos pero haciendo de ellas una virtud todavía engrandecida: ambiente denso e íntimo, conexión inmediata con un público que se mostró respetuoso hasta en los momentos más solemnes y un excelente sonido en una no siempre tan efectiva sala La Riviera. Esto último es curioso, pero de alguna manera ese sonido plagado de reverb y ecos unido a la palmera del fondo encaja de una manera especial con los de Baltimore. Hasta Victoria lo comentó. Esperemos eso sí que su creciente fama no nos haga tener que irlos a ver a un recinto todavía más grande, porque la conexión que requiere un concierto de Beach House difícilmente puede pasarse a una mayor distancia con el público. Pero no es de extrañar que con la fiabilidad y confianza que acaban de demostrar con su directo inevitablemente hayan ganado todavía más adeptos para la próxima.

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22 de noviembre de 2015