/Crónicas///

Social Distortion – Bilbao (06/06/2009)

Mike Ness, Jonny Wickersham, Brent Harding, Adam Willard
7.7
Rock Star Live, 3/4 cortos
Precio: 30.40 €

SETLIST APROXIMADO
The Creeps
Another State Of Mind
Mommy’s Little Monster
Sick Boys
Don’t Drag Me Down
Ring Of Fire
Reach for the Sky
Highway 101
(Inédita)
Can’t take It With You
Bad Luck
Nickels and Dimes
Sometimes I Do
—-
Alone & Forsaken
Prison Bound
Inédita
Still Alive (inédita)
Story of My Life

Tras su visita de hace unos años (2005) al Azkena, Mike Ness vuelve a pisar suelo español y también vasco. Una nueva oportunidad de ver a este superviviente del punk-rock californiano, que, aún viniendo sin disco nuevo bajo el brazo no iba a tener un precio muy punk: 30 euros nada menos. Por lo menos en la fecha bilbaína se acompañaba, además de The Durango Riot, banda prometedora pero totalmente ignota para el público, los siempre solventes Sex Museum.

Y así, en correcto orden de relevancia y dejando fuera los complejos locales, fueron los suecos The Durango Riot los que comenzaron esta noche de rock, aún de tarde, concretamente a las 20:00 horas. Son una nueva banda a sumar a las decenas de imitadores escandinavos del rock anglosajón y ahí estaban sobre el escenario acompañados de un televisor antiguo que es algo así como su mascota. Lo escuchado en el myspace prometía y si bien en directo cumplieron está visto que el ingeniero de sonido que les ha grabado no ha hecho mal trabajo. Sonaron potentes y frescos, pero sus temas no parecen tener gancho en vivo, aunque si cumplieron con creces su papel de animadores y aunque comenzaron tocando con muy poca gente en el recinto, al final el panorama era muy distinto e incluso mostraron su interés por volver sin tardar mucho.

Los siguientes, sin demasiada dilación, Sex Museum, a estas alturas institución del rock nacional donde las haya. Una de las últimas veces que se les pudo ver por el norte fue en el Azkena Rock 08, donde literalmente arrasaron tímpanos. Más moderado el sonido esta vez, pero sin duda desplegaron su colección de temas de rock heterogéneo y que contagia el movimiento, sobre todo el de su frontman, Miguel. Se notaba que contaban con unos cuantos fans entre las primeras filas, pero para el que no conociese su repertorio echaron mano de su ya clásica versión de «(You Gotta) Fight For Your Right (To Party)» de Beastie Boys utilizando el riff de «Smoke On The Water» de Deep Purple.

Así a lo tonto y con estas dos actuaciones, la noche ya se estaba conviertiendo en una fiesta del rock n roll pero claro, allí estábamos para ver a Social Distortion desplegar su arsenal de hits de punk-rock soleado e historias de macarra perdedor. Aquí salió sin sombrero, dejando ver su pelo engominado no exento de entradas, típico caso de punk-rocker reconvertido al estilo ‘gangster’, lo que en este caso cuadra teniendo en cuenta la incorporación que siempre ha hecho de aires country a su música.

La cosa empezó muy directa con «The Creeps», para pronto subir la intensidad con la dupla «Another State Of Mind» y «Mommy’s Little Monster», dos de sus clásicos con más solera. Y es que en su caso es difícil discriminar porque cuando un tema tampoco es de los más emblemáticos, gracias a sus coros puede que se convierta en uno de los momentos del concierto. Así paso en «Sick Boy», por ejemplo y marcó una senda en la que el público coreaba casi todos los temas, incluso cuando no cuadraba, para acompañar los estribillos (nunca nadie pudo pasar más dignamente como fan sin saberse las letras).

Temas nuevos y viejos iban creando un concierto sin fisuras que sin embargo se preveía muy corto o con un bajón, puesto que gastar tan pronto cartuchos como «Don’t Drag Me Down» o «Ring Of Fire» era sospechoso. Por otro lado, las representantes de su aún último disco de estudio («Reach for the Sky», «Highway 101» y «Nickels & Dimes») demostraron estar a la altura, echándose de menos más de este disco, como se echaron de menos más del «White Light…». En efecto, fue sacrificada su presencia para tocar temas nuevos, cosa de la que nunca soy partidario… si vas a cobrar al público por escuchar tus temas, al menos que estén todos editados y sean conocidos o susceptibles de ello. Dicho esto, no eran malos temas, pero claro, enfrían un concierto que tampoco va sobrado de tiempo.

Pasaba el minutaje y entre tema y tema de vez en cuando un Mike Ness chulesco aunque afable se dirigía al público y se divertía con sus canticos, como el futbolero, «oeoeoeoeee» que siempre hace mucha gracia a los yanquis, suponemos que en los partidos de beisbol no se corea. Así pasó la noche hasta llegar a un «Sometimes I Do» con el que salían del escenario y que obviamente no podía significar el final de aquello. Regresaron pues de la mano de Hank Williams y su versión «Alone & Forsaken» y, metiendo un par de temas nuevos entre «Prison Bound» y el previsible cierre de «Story of my Life», tal vez su canción más emblématica.

El público quedó con ganas de más y aunque se quedó, la maquinaria de la sala-discoteca y la coincidencia del concierto en sábado hizo que pronto bajaran los telones haciendo casi imposible que un segundo bis entrara en escena, pese a dejarse un clásico como «Ball & Chain» en el tintero. Buen concierto, con un inicio muy prometedor y algunos momentos muy emocionantes pero corto, pese al estilo, especialmente visto el precio y que colaran tres temas nuevos. La próxima vez Mike, sé algo más generoso con quién te va a ver.


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6 de junio de 2009