/Crónicas///

Baroness – Bilbao (19/07/2012)

John Dyer Baizley, Allen Blickle, Pete Adams, Matt Maggioni
8.4
Kafe Antzokia, 3/4 de sala
Precio: 18/20 €

SETLIST
        A Horse Called Golgotha
        March to the Sea
        Steel That Sleeps the Eye
        Swollen and Halo
        The Gnashing
        Take My Bones Away
        Ogeechee Hymnal
        Eula
        Cocainium
        The Line Between
        The Sweetest Curse
        Isak

        Bis:
        Jake Leg
        Grad

No teníamos claro si en el salto del modesto recinto del Balcon de la Lola hace unos años al mucho más holgado Kafe Antzokia, banda y promotor iban a caer de pie. Por suerte lo hicieron y la sala registró un lleno considerable, gran noticia sobre todo para estos tiempos que corren, en verano y entre semana.

Primero llegaron Neila. El quinteto se reafirmó como una de las mejores bandas de post-metal nacional y tocaron en la primera parte del concierto canciones nuevas. Veremos cómo evolucionan cuando las tengamos más trilladas, de primeras no nos impactaron tanto como sus ya clásicos. Destacaron por una mayor sofisticación y algunas partes también por la mayor presencia de voces melódicas del teclista. Si bien las texturas de teclado hicieron pasar a la banda a un nuevo nivel en «Danza de Nieblas», estos nuevos arranques vocales no nos acaban de casar con el caracter oscuro y cavernoso de la banda, pero lo dicho, veremos. Después asaltaron clásicos como «Danza de Nieblas» con su siempre épico remate o la carismática «Amanece», siempre con ese afán de apisonadora y su juego de alaridos combinados, esta vez con sólo tres micros (les hemos visto con cuatro).

Como antecedente del concierto de Baroness hay que decir que no sabíamos bien qué nos íbamos a encontrar. Su recién editado disco doble, lleva a la banda en una dirección nueva e interesante, pero a la vez cuenta con mucho relleno y daba pavor un concierto de interpretarlo en su práctica totalidad o algo similar. Lejos de eso, el cuarteto, con los ánimos muy encendidos desde el primer momento, combinó canciones de los tres discos de colores (marginando casi totalmente y con acierto, el «verde») y sorprendentemente dio más cancha al «Blue Record» de lo que cabía esperar. Así, salieron a escena y tras una intro de lentos acordes atmosféricos arrancaron con el melódico riff de «A Horse Called Golgotha».

Este primer tema quedó algo frío no sabemos exactamente por qué razón pero parecía haber una clara barrera entre una banda entregada e incluso llena de poses de rockstars (nada más lejos esto de la humildad con la que después Baizley agradecería profusamente al público su presencia) y un público parado al que el festín de instrumentos en alto no conseguía hacer reaccionar. Parece que fue el calentamiento necesario pues «March to the Sea», de su último trabajo ya fue más calurosamente recibida y a partir de ahí fue la tónica en ascenso.

Una curiosa «Steel That Sleeps The Eye» más eléctrica y menos mágica empezaba a descubrir lo que ya pensábamos en disco, que Baroness puede guardar tics de metal, incluso de heavy metal, pero ya es, de pleno derecho una banda de rock alternativo con todo lo que conlleva, menos solemnidad, más diversión, más felicidad psicodélica e himnos de rock con una fuerza melódica que nada envidia al pop. Sólo que todo esto se oculta entre camisetas oscuras, melenas y barbas. ¿O cómo es sino posible que bailemos «Swollen and Hallo» de esa forma?. El «Blue record» es un disco denostado por muchos, pero ellos siguen empeñados en demostrar su potencial en directo y no fallaron en esa tarea, haciendo explotar esas dinámicas tan dulces.

Fue apropiado tanto azulen el setlist para el público de aquí, ya que en su anterior visita no habían lanzado aún el disco aunque tocaran un par de temas. Pero llegaba ya el momento de ir alternando un poco más del nuevo, que para algo venían presentándolo. «Take My Bones Away» no deslució pero más esperadas eran la ambiental «Eula» y «Cocainium» que sonaron arrebatadoras como auténticos clásicos. No es que claven el sonido del disco, sobre todo es complicado en lo vocal a veces, pero sí contaron con un gran sonido bien equilibrado, si acaso la batería un poco atronadora al comienzo, aunque los oídos se fueron acoplando. La cuestión es que con una banda tan currante, continuamente agitándose, bajando las escaleras del escenario para juntarse al público y demás guiños, todo se redondea hacia la perfección.

Tras una única pero muy bien elegida concesión a «Green», «The Line Between», más metal para corear y la primera parada en el venerado rojo de la mano del pulso ritmo de «Isak». Sin duda eran estos momentos de su pasado los más esperados y nos sorprendió la ausencia en el setlist de una «Rays On Pinion» o una «Wanderlust», pero así terminaron el concierto para regresar a los bises con las maneras stoner de «Jake Leg» y la absoluta guinda del concierto: un inmejorable y original final en el que casi levitamos por medio de las etéreas guitarras de «Grad».

Y en el fondo, sin prestar mucha atención al «color» de cada canción, lo cierto es que tuvimos un repertorio intachable, al margen de las ausencias. No nos cabe duda, aunque el disco nuevo nos de para opiniones encontradas, Baroness son unos grandes del rock actual.

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19 de julio de 2012