Dicen que a veces es mas importante estar en el sitio correcto en el momento preciso que el hecho en si mismo. A Slint a algunos nos parece que les pasó igual en 1991 cuando siguieron arriesgándose a experimentar. El resultado, uno de los mejores discos de los 90.
No decimos que al cuarteto formado en Kentucky les faltara talento, pues más bien les sobraba. Pero si que es cierto que supieron tener la suficiente valentía y visión de futuro que se requería en ese momento para inventarse un disco como «Spiderland». Por algo, hoy en día siguen siendo algo así como precursores del Post-Rock y del Math-Rock.
«Spiderland» fue un disco vanguardista, una mejora evidente de un disco demasiado difuso como es «Tweez» y sobre todo es un disco intenso y agresivo a la vez que tenso y duro. Y eso lo será siempre. Lo malo de la historia es que con el segundo disco, Slint pareció tocar techo y no hubo ninguna entrega mas. Una retirada a tiempo es una gran victoria… El tiempo les ha dado la razón.