Al escuchar el primer single de este «Ugly» de Screaming Females muchos pensaríamos que el trío no será sino un refrito noventas con más o menos buenas intenciones. «It All Means Nothing», canción tremenda por cierto, conjuga riffs y punteos tan a lo J. Mascis que es para sonrojarse, con una exagerada voz femenina a Sleater-Kinney. Las citadas guitarras en la línea de Dinosaur Jr. no son tan constantes, pero desde luego que la voz tan punk y sostenida si y esto es tanto una señal característica como puede ser un lastre para la escucha de un disco que ronda la hora. La artífice de ambas cosas es Marissa Paternoster, menuda líder de la banda. Sumale a esto artworks dibujados con aire amateur o un productor como Steve Albini y el cóctel del prejuicio está casi completo.
¿Son Screaming Females un grupo de indie-rock cambiado de fecha? Todo apunta a ello, la banda se mueve en la independencia (pese al notable potencial, siguen en Don Giovanni, sello local de un amigo), su historia proviene de conciertos punks en casas y sótanos de New Jersey, etc. Y además tienen temas que lo confirman como «Rotten Apple» con las mismas guitarras luminosas y cortantes, pero en general ese toque más rockero descubierto por las últimas Sleater-Kinney está cada vez más presente. Por ejemplo en «Crow’s Nest» tenemos una mezcla de todo esto con el clasicismo y la gravedad de unos Pearl Jam.
En «Extinction» es cuando se nos despegan del tópico en favor de un sonido más rockero y todo esto avanzará hacia lo hipnótico y lo garajero. «Red Hand» con su incesante riffeo y «High» marcada por un ritmo psicodélico abren el camino a lo que parece una banda diferente y sorprendente que se topa con singles potenciales como «Expire», garage-punk oscuro en el que la particular voz de Marissa encaja mejor que cuando se dedica a cosas más livianas. Esto choca incluso con guiños a lo persa («Tell Me No»), guitarras psicodélicas que nos recuerdan a los Smashing Pumpkins más olvidados («Leave It All Up To Me») y finalmente incluso al stoner («Doom 84») en casi 8 minutos de demostración que se les quedan cortos, pues con «Slow Birth» vuelven a los 70 más musculosos.
«Ugly» es más de lo que parece, puede que tengan en el indie y el punk su origen, pero es un tratado de la inaudita versatilidad del trío, prueba quizá de que la vaga etiqueta rock alternativo hay que seguirla usando para referirnos a grupos así. No contentos con exprimir el rock desde diferentes posiciones, cierran con «It’s Nice», un bonito tema acústico con orquestaciones. Inaudita versatilidad por tanto de un trío que, vistas sus capacidades, seguramente si no lleguen a ser más populares será porque no quieren.