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Polvo – Siberia

Polvo - Siberia portada
Merge, 2013
Banda: Ash Bowie, Dave Brylawski, Steve Popson, Brian Quast

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8.5

«The telescope is broken» repite entre ecos «The Water Wheel» el tema con el estribillo más pop de «Siberia». Es una frase de las que resuena de la escucha del último disco de la banda de Chapel Hill y se antoja interesante metáfora para quien no conozca su intrincada personalidad. Polvo podrían ser una deslumbrante formación de rock progresivo pero se desarrollaron al calor de Sonic Youth y conviviendo en una pequeña comunidad musical junto a Superchunk o Archers of Loaf.

Banda de culto bastante ignorada en su tiempo, hicieron con «In Prism» uno de esos regresos que ponen todo patas arriba y en el que limpiaron su sonido y de paso dejaron temas impactantes y rockeros para sus estándares. Fue su disco más cerebral, más pensado y quizá por eso «Siberia» nos sumerja algo más en el caos de canciones que al escucharlas nos parece que nos esté colando otra canción de fondo. Son las desconcertantes capas de Polvo que requieren de varias escuchas para que todo se asiente en nuestra cabeza en la medida de lo posible.

Así tardará un tiempo hasta que el inicial caos de «Total Immersion» suene casi como un single, con sus estribillos, con sus coros con sus percusiones como palmadas que no son tales. Todo eso se descubre entre desconcertantes derivas instrumentales, subidas y bajadas impredecibles, multitud de ruidos que a veces suenan a contaminaciones exteriores. Y es que Polvo son únicos y desafiantes. Por eso la citada «The Water Wheel» no tiene sólo el riff quizá más clásicamente rockero y a la vez el estribillo más pop, sino que es la canción más larga del disco con 7:57 minutos y pasa por momentos de turbulencia que provocan directamente congoja.

Sucede que dentro de esta marea estilística de la banda, son sin embargo muy reconocibles ya que dentro de su dispersión es difícil que sorprendan. Sin ir más lejos podemos apreciar sus mimbres en «Blues Is Loss», que se mueve entre lo grave y lo oscuro para terminar triunfal. Psicodelia, indie-rock, rock n’ roll y hasta lo que podríamos tachar de stoner o doom. Por todo ello, más descolocados nos dejan en «Light Raking», donde a su familiar esencia se añaden bombásticos sintetizadores que recuerdan, salvando las distancias a ciertos temas de los infravalorados Wolf Parade. Cierto es que el indie-rock se encuentra a veces tan lleno de clichés como cualquier otro género, pero a Polvo no le asusta el exceso.

El resto del serpenteante camino del cuarteto en este disco irá desde la calma meditativa y los orientalismos al rock psicodélico más setentero en «Changed» u «Old Maps», sin dejar de lado ni a la Velvet ni a Led Zeppelin, mientras que «Some Songs» comienza como un clásico de U2. ¿Estoy alucinando? Pues puede ser fácilmente uno de los efectos del disco. Para el cierre con «Anchoress» se dejan un ambiente a fuego lento repleto de ganchos melódicos y desembocando en rugientes riffs, como el grunge pasado por su filtro de ruido poliédrico.

Olvídate de cualquier promesa del rock progresivo y del math-rock que conozcas. Polvo son diferentes a todos, hacen válido el cliché que muchas reseñas utilizan para decir que una banda «juega en su propia liga». Un nuevo tratado de cálida complejidad de una banda de culto que tras su reunión sigue forjando un legado indescifrable.

 

 

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1 de enero de 2013