En marzo de 1993 daba comienzo la grabación de VS., si bien la situación del grupo, tras haber alcanzado un éxito rotundo con su anterior trabajo Ten, no era tan buena como cabría esperar, concretamente por el estado anímico en que se encontraba Eddie Veder. Durante el concierto de Estocolmo, en el marco de la gira que dieron meses antes por Europa, alguien entró en los camerinos y entre otras cosas, se llevó los diarios de Eddie, uno de ellos contenía letras de canciones que llevaba escribiendo desde hace 2 años. A consecuencia de esto, Veder sufrió una crisis, y debido al estado de agotamiento en que se encontraba, se decidió la cancelación del resto de conciertos de la gira.
Meses después tocaba grabar, pero lo ocurrido no estaba del todo superado, de modo que tras completar la grabación de algunos temas, Eddie se tomó unos días de tiempo muerto, tras los cuales decidió alejarse de las comodidades de las que disfrutaba el resto del grupo, e instalarse en una caravana con una grabadora de 4 pistas. Todo esto, da una idea de lo especial que fue el proceso creativo de este disco, en el que los miembros del grupo ya se conocen más, (no solo de unas pocas semanas como ocurrió con su primer trabajo) y se pretendió que todos participasen aportando sus ideas en la composición y los arreglos, (a excepción de las letras compuestas íntegramente por Veder).
Entre todos logran integrar con gran acierto sonido y letras, de forma que cada canción toca temas diferentes pero sin restar homogeneidad al conjunto, porque si bien por ejemplo en Glorified G se hace una crítica en tono irónico de la “adoración” que profesa la sociedad de Estados Unidos por las armas de fuego (el estribillo reza “versión glorificada de una pistola de perdigones”) en Daughter, uno de sus temas acústicos más emblemáticos, sencillo y perfecto, nos habla de una niña a la que sus padres no acaban de aceptar, y que tras intentar, sin éxito, hacer que se sientan orgullosos de ella, se rebela contra ellos.
En Dissident también se nos narra una historia, con una fuerte base de envolventes guitarras nos cuenta como una mujer aloja en su casa a un preso político fugado, pero luego se arrepiente y le delata. Con el consiguiente remordimiento posterior. W.M.A (white male american) es una de las piezas más originales y rítmicas, sobre los abusos por parte de la policía, y su mentalidad racista.
En Rats se nos compara a los seres humanos, con las ratas (curiosamente parecen salir ganando las ratas). Aquí cobra un protagonismo especial el papel del bajo, al que, junto con la batería, se van uniendo progresivamente el resto de instrumentos dando lugar a un efecto rítmico muy pegadizo. Rearviewmirror vuelve al campo de las relaciones personales, pero no en clave de balada sino con mucha fuerza y dinamismo. Respecto a éstas, la idea que se pretende transmitir es que algunas es mejor dejarlas atrás, (algunas cosas se ven más claras cuando se miran a través del espejo retrovisor).
En general, se trata de temas de crítica social, pero sin caer en el propagandismo político y haciendo más hincapié en el lado digamos más emocional, cuenta más los sentimientos que despierta en las personas el hecho censurado, que la censura de un hecho en sí. En este disco, hasta el título tiene su historia detrás, y es que en un principio iba a titularse “five against one”, pero en el último momento (ya se había editado la portada) se decidió cambiar por Vs. por lo que el título no figura en la portada.
Dentro de lo que sería la trayectoria del grupo, este disco es más asimilable en términos de calidad y estilo, al primero que a los posteriores. Para cualquier fan del grupo que se precie, yo lo considero imprescindible, y para aquellos que quieran conocer los inicios de la banda, altamente recomendable.
