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Nueva Vulcano – Los Peces de Colores

Nueva Vulcano - Los Peces de Colores portada
BCore, 2009
Productor: Santi García
Banda: Artur, Wences y Albert

Géneros: , , ,

8.8

La primera opinión tras una escucha de «Los Peces de Colores» me dejó una sensación más bien agria. «Dulce y Ácida» me pareció evidente, casi ramplona, el estribillo de «Amor Moderno» simplemente no lo entendía, el de «Jen Trok, Logopeda» me parecía romper la canción y la rítmica de «África» forzada. Hay que decirlo, por qué no, que esta escucha se vio fuertemente mediatizada por el brillo de «Zozobra» y cuando me enteré que no estaba en el disco finalmente, llegué a pensar que se trataba de un error de bulto enorme.

Como debe suceder, los músicos saben más sobre su música que los oyentes y por supuesto los peces crecieron y evolucionaron en mi cabeza rápidamente mostrando sus verdaderos colores. Finalmente las ausencias no importan y las presencias apabullan. Sin duda, Nueva Vulcano habían escrito su mejor disco, uno repleto de grandes canciones, más melódicas, más directas y cada cual con sus propios recovecos que la alejan de lo evidente y que es lo que, supongo hace que maticemos los vocablos «pop» y «rock» con el prefijo «indie».

De repente «Dulce y Ácida» era una apertura magistral, abriéndose camino a golpe seco de batería para llamar la atención de todo lo que viene luego. La evolución de la crudeza del comienzo de la canción a los acordes de guitarra y sintetizador finales también podría ilustrar lo que Nueva Vulcano abordan aquí. Desde la fuerza del punk-rock a la mayor de las sutilezas. El ritmo cafre continúa en «Te Debo un Baile» desde ya un himno underground que no debería serlo tanto (underground) con unas letras para celebrar. Aunque como no quisiera repetirme con lo sublime del apartado lírico lo dejaremos para luego.

Anteriormente la banda había sacado un par de largos con sus particulares hits, ese tipo de canciones que les han ganado comparaciones con por ejemplo Los Planetas. Esta vez nos bombardean con canciones destripadas, de estructura sencilla e instrumentación propia del indie-rock aunque con algo del pulso post-hardcore. Esto es así desde la algarabía de «El Ataque» y «Níquel, Canela» hasta la mordiente protesta de «La Ley de Costas». Pero igualmente en las preciosistas atmósferas de «La Maleza», o los más rockeros aires de «Jen Trok, Logopeda», el trío se desenvuelve con soltura y triunfo.

Incluso temas como «Movimiento» o «Amor Moderno», a priori portadoras de ese toque más abrupto, acaban enmarcando un disco para recordar y al mismo tiempo para olvidar caducas comparaciones. Sin embargo, el esfuerzo de «África» por romper con la tónica del disco y apostar más por el ritmo no termina de cuajar. Una pequeña mota de polvo en el luminoso faro que han levantado Nueva Vulcano.

El nada evidente apartado lírico como decíamos, redondea la sobriedad y grandeza melódica del disco. Constantes dobles sentidos, juegos de palabras, pequeña poesía cotidiana sin grandes pretensiones pero que cala. Y sigue dando gusto, cada vez más, ver a bandas utilizando el castellano con naturalidad y gracia, dejándose de clichés importados del inglés y adaptando los recursos a sus necesidades como banda.

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1 de enero de 2009