Tras o más bien durante, la separación de Half Foot Outside conocimos de la existencia de Muy Fellini, dúo en el que se desfogaba Edu Ugarte a la batería, no por darle fuerte, sino por la extensa gira que aquel disco les trajo. Visto el éxito, al menos en lo personal, el proyecto ha echado para adelante y ya tiene sucesor en este «La Ciudad de las Palmeras». Observando ahora estos dos discos está claro que su intención, al menos la de su vocalista y letrista Juan, es la de crear una narrativa pop, contar historias musicadas, por así decirlo, como oposición a la clásica composición melódica en la que se encajan las letras después.
Hay momentos en que esta obsesión por meter textos como de novela entre música resulta de incómoda escucha, como por ejemplo «Conversaciones». Sin embargo hay que decir que en este equilibrio encuentran a veces su mayor encanto, como ocurre con el brillo power-pop de «Las almas perdidas», que cuando empieza a chirriar en ese sentido se redime con grandes melodías que redimen cualquier exceso lírico. Se desmarca la crepuscular «Mexico», que parece justificar más por el aspecto musical ese tono de crooner al galope.
Es cierto que el dúo prueba algunas cosas nuevas. Rompiendo esa acepción casi acústica de la banda desde los comienzos, «India» hace suya toda la palpitación eléctrica del indie-rock noventero en su primera mitad para descubrirse no sólo como un experimento sino como uno de los singles irrefutables. Este tono no es único en el disco, también «Atardeceres» se sitúa en estos terrenos tan ilustrados en nuestras tierras por Los Planetas.
Otra banda de la que hemos de acordarnos más de una vez es de los Foo Fighters. Esa fusión de rock alternativo y dulce sensibilidad acústica queda en sintonía con la de temas como «Camino hacia el suicidio». Algo de ello comparte «Transformación», folk-rock apesadumbrado y tal vez más próximo al tono de Dinosaur Jr. por el lado instrumental.
Y es que al final, el tono relajado o pausado vuelve a ser tónica en este disco. Ejemplos tenemos en la propia «La Ciudad de las Palmeras», con aires más psicodélicos y una cadencia americana fronteriza, el folk-rock de «Mis Maletas» o el de «Recogiendo Nuestras Ilusiones» con una letra tan cercana como devastadora.
En este segundo disco, Muy Fellini consiguen aumentar una personalidad que era ya notable. Eso ya es un éxito, pero en cuestión de canciones tienen parecido número de éxitos que de fracasos. En todo caso es admirable y sorprendente la sinceridad y aparente exposición personal de las letras, aunque me atrevería a decir que una música tan especial como la suya funciona mejor en dosis más reducidas.
