Mono es una banda especial enmarcada dentro del amplio espectro del género post-rock, es una banda capaz de transportarte a otro mundo y de sacar tus sentimientos mas profundos a flor de piel. Están a camino entre Explosions In The Sky y Sigur Rós, con unas pinceladas de Sonic Youth.
En esta ocasión, su quinto largo, la banda nipona vuelve a contar con la producción de Steve Albini, y a su ya clásica instrumentación de guitarras, bajo, batería y teclado, se les añade una orquesta de 28 instrumentos donde predominan las cuerdas. Y es que Mono a buscado nuevos limites sonoros, ha sobrepasado su propio techo, la banda no se ha acomodado en ninguna formula en la que auto plagiarse disco tras disco.
La tarea que se les presentaba al grupo no era nada fácil, pero Mono ha sabido dar un paso mas allá en su carrera, la cual, para algunos había llegado a lo mas alto con sus dos anteriores álbumes, Walking Cloud and Deep Red Sky, Flag Fluttered and the Sun Shined (2004) y You Are There (2006), dos trabajos muy buenos que fueron alabados tanto por la crítica especializada como por el publico.
Hymn To The Immortal Wind es un álbum conceptual basado en una historia original de Heeya So y donde cada canción, siete temas para ser mas concretos, corresponde con un capitulo de la historia, llevándonos a un viaje épico donde abundan los crescendos, los ambientes evocadores y los paisajes de belleza abrumadora, y donde todo fluye de forma natural, convirtiendo la música en algo poético, pero sencillo, sin parecer en ningún momento pretenciosa. De este modo la banda transmite parte de su cultura, de su país, a su música, ya que es de una delicadeza y minimalismo comparable a la de sus jardines zen, con una carga de sensibilidad y emotividad brutal.
Nos enfrentamos pues, ante un trabajo con espíritu propio, donde se mezclan las composiciones neoclásicas, el ambient y su rock apocalíptico (autodefinen su música como «la banda sonora del fin del mundo»), que bien podrían acompañar y decorar cualquier trabajo cinematográfico.
El disco comienza con “Ashes in the snow” con el que rápidamente comienzas el viaje al que te conduce el disco, y donde ya están presentes todos los elementos, en un corte que casi llega a los doce minutos, y que es seguido de “Burial at sea” canción melancólica de final desgarrador y que supera los diez minutos de duración. El tema “Silent Flight, Sleeping Dawn” es un parón ambiental de seis bellos minutos sinfónicos ya que es puramente orquestal, volviendo a los pasajes de once minutos con “Pure as Snow (Trails of the Winter Storm)” con un crecendo de distorsiones sobrecogedor, continuado por el single “Follow the Map” tema donde tampoco aparecen las guitarras melancólico y que llega hasta dentro. En la parte final del disco cabe destacar la oscura “The Battle to Heaven” con la que podemos imaginar fácilmente dicha batalla gracias a una genial narración musical, mi tema favorito si tuviera que elegir uno, aunque se trata de un todo en el que no se deben separar canciones, y que es finalizado por “Everlasting Light” iluminándonos en el final del viaje y redondeando un disco que será eterno y con los años todo un clásico del género.
Mono han sabido superarse una vez mas y esta obra hará las delicias de mas de uno y de todo aquel quiera dejarse llevar por su música, y que si además se disfruta en directo, disparará las emociones a cotas inimaginables.
