Mogwai es una de esas bandas que caen bien, seguramente por prácticamente burlarse con los títulos de sus canciones de los aires de trascendencia y refinamiento asociados al género. Esta es una de las explicaciones de que la influyente banda escocesa, que lleva sin sacar un disco mágico desde «Hardcore Will Never Die, But You Will» siga siendo reverenciada por el melómano medio. Bueno, eso y que sus directos continúan siendo experiencias de intensidad extrema.
Cada vez que sacan nuevo disco cruzamos los dedos, pero llevan ya 3 que nos dan solo puntuales alegrías en forma de temas como «Remurdered», «Party in the Dark» o «Ceiling Granny». Hay un patrón obvio y es que la banda ha evolucionado hacia melodías concretas y composiciones más clásicas que, sin sorpresa alguna, les quedan mejor que esas instrumentales repetitivas en las que a menudo parecen unos alumnos de la banda que fueron hace 20 o 30 años.
Por supuesto, aceptar esta realidad alienaría a muchos de sus fans y la mejor muestra son varias de las reacciones a «Fanzine Made of Flesh», ese empacho de sintetizadores de azúcar y vocoder. Desde luego que no son los del «Young Team», ni siquiera los de «Rock Action», pero me estaría mintiendo a mí mismo si no reconociese que cuando dicho tema o «Lion Rumpus», con su momento guitar hero incluido, irrumpen en la escucha del disco me pega un chute de dopamina. Y no sé si Mogwai se mienten a sí mismos no aceptando completamente esta realidad o quizá son tan educados que no quieren incomodar a sus viejos fans.
No tan estelares son la apertura de psicodelia synth con «God Gets You Back» o esa impresión ingrávida de My Bloody Valentine que es «18 Volcanoes», pero vemos trazado el patrón; Mogwai son una banda atrapada entre buscar ampliar horizontes y cumplir con lo que se espera de ellos. Y la vitalidad está claro que reside más en los temas «pop», sean estos mejores o peores, que en los que, tratando de sonar a los Mogwai de antaño, se quedan a medio camino del material de banda sonora.
Así que, tono y arreglos más barrocos al margen, la cuestión es: ¿tenían el cuarteto material para un disco entero? Probablemente no. «If you Find This World Bad, You Should See Some Of The Others» no es de entrada una construcción imaginativa, pero tras la satisfactoria explosión de intensidad flamígera se empeña en terminar de forma tediosa hasta el extremo, como si la esencia de la formación residiera en repetir notas tristes sin más. «Pale Vegan Hip Pain» suena de forma similar a melancolía de cartón piedra. Hablamos de un sonido más Mogwai, seguro, pero lastrado por el agotamiento. Los guiños más agradecidos a su sonido de siempre los encontramos en la hermosa ensoñación de «Fact Boy» y «Hi Chaos», una hermana (pequeñita) de «Glasgow Mega-Snake».
Aún con todas las pegas, «The Bad Fire» es otro disco «ok» de Mogwai, una de esas bandas que caen bien: no es muy bueno, no es muy malo, a veces es alegre, a veces es triste, no es polémico, no se moja mucho y cuanto más lo escuchas más te agrada. Y creo que ha sido en este sentido una oportunidad perdida para dar un golpe en la mesa y reivindicar que los Mogwai de 2025 no necesitan andarse con estas medias tintas.