(lo:muêso) es una banda catalana que proviene del entorno de Madee. Con su sello grabaron «Mutê» y de hecho, este (next:matêria) ha sido grabado por Lluís Cots en los estudios de Cydonia Records. Pero sería injusto abundar en la asociación a nivel musical dado que, si bien puede haber una influencia, no pesa más que otros nombres como Mogwai, Sonic Youth, Fugazi, etc.
La personalidad del cuarteto queda patente tanto en su nombre como en sus títulos. Igual de extraña que los signos de puntuación o esa amalgama «idiomática» que bautiza las canciones, resulta la música del cuarteto barcelonés. Baste decir, para darse cuenta de que no es una banda al uso, que ninguno de sus miembros ostenta el puesto de vocalista.
Según ellos, su música se desarrolla con altas dosis de improvisación con lo cual el que tiene algo que cantar en un determinado momento, lo hace en el local de ensayo y así se mantiene en estudio. Tal vez sea esta indefinición vocal la que propicia el gran número de instrumentales de diverso calado en el disco, desde la fantasmagórica y cavernosa intro de Tagore, sumergida en desarrollos electrónicos, hasta el misterio abrasivo de Le Coach Potato Retrofreak.
Lejos de utilizar esta fórmula a modo de relleno, (lo:muêso) recrean universos paralelos y viajes insospechados en cortes del acierto de las post-rockistas Trist & Sad y Narcoleopter con acordeón incluido, los sonidos jazzies de trompeta en la oscura 3l 3er G3m3lo o la genial L´Smolarêk Firmamento, en la onda de unos Mars Volta.
Entrando en terrenos más rockistas encontramos alianzas entre ruidismo indie y virulencia hardcore en temas desesperados como Oj Da Ozen o urgentes y contenidos como Overbucle. Delimitar los sonidos de cada tema es ardua tarea ya que van enlazándose perfectamente acoplados, de modo que uno nunca sabe cuando termina la lúgubre You put words in our mouths y cuando comienzan los estallidos percusivos de Tourgonette.
El indie-rock melódico de Dinosaur Jr. o Sonic Youth asoma por su parte en Dancin´Like Robots que cierra el disco con sus teclados. Ecos de los neoyorkinos encontramos también en el nerviosismo paranoico de Electrosweetmytochöndria. Por si fuera necesario reseñar un tema con enganche, esa sería la rotunda Bambi Motorhêad que recuerda al Inquilino Comunista en estado de gracia. Deliciosa.
El apartado de diseño está bastante cuidado pero con un importante matiz que hacer. La idea de la portada remite a un disco de B-Violet de hace tan sólo un año. Y hablamos de dos discos de rock alternativo salidos de la misma ciudad en tan corto lapso de tiempo. Un ligero despiste que para nada desluce un excelente disco.
(lo:muêso) hacen del riesgo una constante en la propuesta del disco, un pasaje de la delicadeza a la cruda emoción que toma forma de tremenda jam session de indie rock. Un disco para disfrutar indagando en todos sus matices.
