La Paloma es una banda madrileña de noise pop que acaba de publicar su primer EP, «Una idea, pero es triste», bajo el sello La Castanya. El título resume bien el espíritu de este trabajo, que refleja con crudeza los sentimientos de una generación marcada por la pandemia, la precariedad y la incertidumbre. Canciones que hablan de la apatía, la nostalgia, el desamor y la esperanza con una honestidad taciturna pero pegadiza.
El sonido de La Paloma se caracteriza por unas guitarras distorsionadas y envolventes que recuerdan al shoegaze de los 90, una sección rítmica potente y unas voces que se alternan entre el susurro y el grito. Influencias de bandas como My Bloody Valentine o Dinosaur Jr. se mezclan con el pop español de nuevo cuño de bandas como Diamante Negro, La Trinidad o Medalla. El resultado es un pop ruidoso y melódico que atrapa desde la primera escucha.
El EP se compone de cinco temas que funcionan como un todo coherente y compacto. El primero, «Un momento oportuno», es una declaración de intenciones que abre con un riff hipnótico y una letra que habla de la frustración de no encontrar el momento adecuado para hacer lo que uno quiere. «Bravo Murillo», auténtico hit que marca el EP y seguro que la carrera de la banda es un pelotazo de pop propulsado por guitarras noise que nada tiene que envidiar a hits de coetáneos Carolina Durante o Camellos y además tiene ese aire de costumbrismo moderno madrileño. Le sigue «Ya está», una canción más acelerada y urgente que expresa el hastío y el deseo de escapar de la realidad. «Siempre así» baja un poco el ritmo y muestra un lado más melancólico y reflexivo, con una letra que habla de la dificultad de cambiar y de superar el pasado. Por último, «Palos» cierra el disco entre el estupor y una explosión festiva a lo Black Lips, con una única frase que ya es un hito en los conciertos de la banda: «Quiero que me vuelvas a explicar lo que ha pasado».
«Una idea, pero es triste» es un EP que demuestra el talento y la personalidad de La Paloma, un cuarteto que ha sabido captar el pulso de su tiempo y plasmarlo en canciones que vibran y auguran un futuro brillante dentro de la nueva ola de bandas guitarreras del indie-rock en español.
