Tras un debut que fue un absoluto tiro de punk-pop garajero y una reválida que descubrió que también saben componer en términos más reposados, Futuro Terror siguen investigando sin salirse demasiado de su línea de actuación. Lógico por otro lado, pues esa fórmula de punk melódico donde caben Ramones, Wipers, Jay Reatard y Pixies sigue levantando muertos y dando los temas más pegadizos de este algo más post-punk e invernal «Precipicio».
El disco abre a fuego con la muy infecciosa «Precicipio» y la hardcoreta «Se Encerró». Que no se preocupen los fans, aquí hay material de sobra para desatar el pogo en directo, como la zapatillera crónica de hastío suburbano «Aburrimiento Sin Ti» o la ultramelodía oscura de «Urgentes». Con una sutil diferencia, que ahora encontramos a una banda recreándose más en los ambientes, ya sean solos de guitarra o juegos rítmicos algo más sofisticados. Incluso la balada «Aelita» sería digna de meter en este lote, pues su corte es eminentemente ramoniano.
Si el disco se llama «Precicipio» podríamos decir que la novedad son las canciones que están en lo más profundo y afilado de la grieta. Hay una mayor orientación post-punk y atmósferas más áridas e intrincadas. Y también cierto giro apocalíptico y mortuorio en el apartado lírico, que luce más con temas algo más lentos como la dramática «Tumba de Cristal» o la inquietante historia de «El Paso Dyatlov». Quizá la mayor sorpresa, que a primeras escuchas chirría un poco dentro de su cancionero, sea esa «Espíritu» punk con alma motorik, algo así como el reverso negro de cosas que bandas más canónicas de nuestro indie como Nudozurdo o El Columpio Asesino han hecho en el pasado.
En resumen, Futuro Terror han llegado a su tercer disco notable en apenas 4 años. Y continúan haciendo del punk de estribillos su bandera, resultando a la vez algo más profundo de lo que el género a menudo nos sugiere. Haciendo ver fácil lo difícil, que en 2017 quieras ponerte un disco en repeat. Nos vemos en algún bolo botando y cantando «Eurasia ya no es Nuestra».