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Dodos, The – No Color

Dodos
Frenchkiss, 2011
Productor: Joan Askew
Banda: Meric Long y Logan Kroeber (Neko Case)

Géneros: , , ,

8.2

Hoy en día es casi más difícil deslumbrar por una consecución de canciones compactas que consigan por si mismas un grado de convencimiento en el oyente que por un estilo que este más o menos de moda. Si consigues ambas cosas y con estilo aún propio, tienes medio camino ganado.

The Dodos son un buen ejemplo de ello, continuando fieles a los senderos acústicos que tanto gustaron en «Visiter». Siempre marcados por una batería sencilla y directa como la de Logan Kroeber, los dedos de Meric Long recorren las cuerdas de su acústica dejando similitudes tanto en la estética puramente folk como en la del rock alternativo más al uso. Su particular voz era ya de por si algo fácilmente reconocible, pero sin duda ese registro vocal más dulcificado y armonizado que ha utilizado para su última entrega hacen de «No Color» un paso muy acertado en su trayectoria.

Es complicado superar un disco tan interesante como «Visiter», pero «No Color» está claramente a la altura. El ritmo inicial de «Black Night» es la declaración de intenciones perfecta: ritmo sencillo y sincopado, acústicas siguiendo la propia percusión y una melodía vocal verdaderamente arrebatadora. Sin pausa el álbum continua con el paso firme de canciones que funcionan a la perfección por si mismas, con especial acierto en las cinco que siguen: «Going Under» en un tono más pausado funciona igual de bien; el desdoblamiento ruidista y acústico de «Good» cuenta con uno de los mejores estribillos que jamás han creado, así como la primera aparición de nada menos que Neko Case (The New Pornographers) a los coros, como luego hace en «Don’t Try And Hide It» de un modo más destacado. Por el camino hay muchas más cosas que aplaudir, como es el ruidismo de guitarras de «When Will You Go Home» o el carácter virtuosista de «Don’t Stop», pero no de una manera tan notable.

Toda esta unión de estilo propio y melodías impecablemente cuidadas ha resultado un resurgimiento claro de una banda que parecía abocada a morir de su propia simpleza acústica. Con canciones así es imposible que perdamos el interés por ellos.

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1 de enero de 2011