Dejemos las cosas claras desde el principio: “I Bet On Sky” es uno de los peores discos de Dinosaur Jr. pero a la vez un disco notable. Sencillas palabras, lejos de suponer un contrasentido, que dicen mucho de la que es una de las trayectorias más importantes de la música popular de los últimos treinta años. Y es que J Mascis (y Lou Barlow) se han mostrado desde sus inicios como valores prácticamente infalibles a la hora de crear grandes colecciones de canciones de pop guitarrero, que suenan siempre frescas ya hayan sido creadas hace décadas o en pleno 2012.
Este décimo trabajo, tercero desde su reactivación, viene tras uno de los momentos en los que más en forma hemos visto al grupo; tras unos “Beyond” y “Farm” que no sólo nos devolvieron a una de las bandas más añoradas de los ochenta y noventa en su formación clásica (volvía también Murph a las baquetas), sino que supusieron además dos de sus trabajos más atinados.
Una buena parte de ese estado de gracia permanece en su nueva obra, aunque la fórmula siga sin variar un ápice (¿alguien realmente lo espera a estas alturas?). De hecho, “Watch the Corner”, el primer single, es tan clásico que hay que sonreír: los solos y la lánguida voz de J sobre una base de distorsión y momentos de calma acústica. Lejos de sonar cansino, sirvió de perfecto reclamo para desear escuchar más canciones nuevas.
“Don’t Pretend You Didn’t Know”, primer tema, que vuelve a incorporar teclados como en otras composiciones de tiempos recientes, sirve de perfecto ejemplo de lo que son Dinosaur Jr. desde su regreso: una banda que no reniega de su pasado más noise pero que no se amilana ante la idea de acercarse al folk y al legado de su adorado Neil Young. Y para comprobar esto de manera más exacta, nada mejor que acercarse a la obra en solitario de Mascis, como el aún reciente “Several Shades of Why”.
Así, al igual que “Farm”, “I Bet On Sky” es álbum de medios tiempos en su mayoría. Y de los grandes. Como la preciosa “Almost Flare”, cuyo ‘come with me’ nos acarician sobre su suave ritmo; o “Stick a Toe In”, en la que su creador vuelve a caer en la vieja técnica de parafrasear el estribillo cantado con su guitarra; truco tan viejo en él pero que sigue funcionando como el primer día.
Pero para despistar un poco al oyente, ahí está Lou Barlow, que, una vez más, contribuye con dos de las canciones más ‘diferentes’ del conjunto: el country-punk de “Rude” (la más rockera junto a “Pierce the Morning Rain”), y la muy popera “Recognition”, que vuelven a servir de contrapunto a las composiciones de carácter más ortodoxo de J.
Quizá esta vez no haya una “Over It” o una “Pick Me Up” que se nos pegue inmediatamente a la cabeza, y puede incluso que alguna canción se nos atragante un poco por su exceso de duración (casi todo aquí ronda o supera los cinco minutos); pero una vez más nos encontramos con que Dinosaur Jr. se han impuesto a casi todas las bandas que les deben todo y a las que sacan veinte años. Solo nos queda pedir que pasen de nuevo pronto por nuestro país.
