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Cult Of Luna – Eternal Kingdom

Cult Of Luna - Eternal Kingdom portada
Earache, 2008
Productor: Cult Of Luna
Banda: Persson, Olofsson, Lindberg, Rydberg, Johansson, Teglund...

Géneros: , ,

8.0

El de Cult of Luna es uno de esos casos excepcionales en que un grupo europeo consigue a golpe de disco, llegar a codearse con sus homólogos norteamericanos. Si hubo un tiempo en que los de Umea fueron catalogados de alumnos de Isis, eso quedó muy atrás, gracias a la evolución de ambos. Y es que, mientras los de Aaron Turner se han dejado arrastrar por las mareas del rock progresivo, los suecos retienen toda la oscuridad y gravedad del género, además de una aproximación más «doom», sin renunciar a la épica un tanto vikinga (y no es por tirar de tópico).

Así, quedando definitivamente Neurosis como un referente mucho más cercano, asistimos a la apertura misteriosa y de lento avance desgarrador que es «Owlwood» y que da paso al hipnótico compás melódico de «Eternal Kingdom», en claro contraste con la gutural y apagada voz, los rugidos del bosque escandinavo. Un impacto mucho más directo de lo que esperábamos de ellos a estas alturas, pese a la progresiva envoltura. Y sobre todo, mucho más metálico.

Pero no quiere decir que este embrutecimiento se libere de los matices vistos en su anterior trabajo. La mayor parte de aquellos brillos afloran en los casi 12 minutos con subidas y bajadas de mayor componente post-rock de «Ghost Trail». En términos de conjugar brutalidad y hermosura siguen siendo unos privilegiados, contrastando clímax acelerados como el de este tema con el interludio subsiguiente, «The Lure».

Para dar forma a esta nueva vuelta de tuerca más oscura y demoledora han dado con el marco temático adecuado. El disco se ha basado en el diario de un antiguo psiquiátrico encontrado por la banda en una sala mientras ensayaban. Bajo el título «Tales From The Eternal Kingdom», aquellas páginas las firmaba un psicópata que había asesinado a su mujer, aunque según el asesino, el ejecutor fue el Necken, una mitológica criatura del mal, que atrae a las mujeres hacia la muerte tocando su violín. Para rematar este cruce entre cruda realidad y leyenda, el rey lechuza Ugin, preside la portada del disco.
Por fin en «Mire Deep» su siempre sugerente componente electrónico hace aparición, creando un anómalo esqueleto para uno de los temas de más sencilla digestión y adentra al oyente en el magnífico clima de «The Great Migration», con sus hechizantes baterías y grandes alternancias de riffs repetitivos y momentos de parca instrumentación. Y es que puede decirse que una vez adentrados en el disco y familiarizados con su amenazante sonido, temas de la dimensión apocalíptica de «Curse» entran mucho mejor.

Así para cuando el disco finaliza con la orgía de «Following Betulas», capaz de juntar ametralladoras electrónicas con silenciador con las trompetas de la guerra, no se puede sino tener la sensación de que Cult of Luna han vuelto a lograr un disco que no se perderá entre la montaña de lanzamientos sludge/post/prog/doom que inundan nuestros reproductores mp3 mes a mes.

Cult of Luna forjó algo tremendamente bello con el derroche post-rock de «Somewhere Along the Highway», pero en «Eternal Kingdom» consiguen demostrar que no siempre hay que tomar la senda más fácil, tampoco para el oyente. Las nuevas sendas más sludges y con mayor presencia vocal pueden incomodar y abrumar en un principio, pero la decisión de incluir más voces guturales en los tiempos de la vuelta del rock progresivo es como mínimo un signo de independencia y valentía.

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1 de enero de 2008