Media hora casi clavada, 8 temas a todo trapo llenos de guitarras sucias, ritmos que te golpean repetidamente y melodías correctas en el peor de los casos. El cuarto disco de Cloud Nothings (segundo para muchos, incluido un Dylan Baldi que ha dejado su pasado atrás) pone un poco más de luz en esa crudeza que nos sacudió con fuerza en «Attack on Memory», señal de un resurgir de los sonidos agresivos en el indie. Porque una cosa es un grupo abiertamente punk como puedan ser Metz y otra un chaval que puede competir por ejemplo con singles de The Strokes mientras nos está metiendo bilis de la buena, a lo Wipers.
Pues en estas sigue este nerd salvador de indie-rock. Esta vez no hay ni hueco para los climas más lentos y agónicos que daban contraste a su anterior obra. Punk-rock es todo lo que Baldi quiere ofrecer al mundo con tan sólo un momento iconoclasta en los 7 minutos y medio de «Pattern Walks». Al igual que pasara con «Wasted Days», se sitúa entre lo mejor del disco gracias a su juego de ambientes y la tensión instrumental que va creciendo. Del estribillo salvaje y lleno de ladridos hasta el clímax con voces melódicas sumergidas en eco, sentimos que el potencial de Baldi se destapa aquí. Y tampoco nos parece mal que lo dosifique tanto.
Porque el resto, con los aderezos (pop, post, hardcore, indie) que le quiera poner cada cual, en un equilibrio de abrasión y melodías ya totalmente reconocible como suyo, una especie de emo o punk-pop trufado de electricidad y ritmos contundentes. Esto se aprecia mirando al detalle composiciones como la introductoria «Now Here In», la en el fondo muy pop «No Thoughts» o la desatada «Psychich Trauma». Esta simplificación viene incluso de la mano de una transición al formato trío.
Pero hay algo en el talento de Baldi a caballo de diferentes universos. Es esa senda que se abría entre la amargura post-hardcore de su anterior trabajo para mostrar hits que harían avergonzar al «indie» de vocación más vendible como aquella «Stay Useless». Aquí son por ejemplo la triunfante «Quieter Today» o la divertida «Just See Fear». Y es que además de equilibrar sonido e intensidad , Baldi sabe combinar texturas oscuras con guitarras dinámicas, sugerentes y animadas. Lo dice todo que una banda agresiva sea capaz de parir sin rubor un tema tan radiable como «I’m Not Part of Me». Clásico instantáneo que, por cierto, deja claro que algo sí que queda de la exhuberancia pop de «Forget You All The Time».
Así, aunque hablemos en general de punk-rock, la simpleza instrumental de «Here and Nowhere Else» es relativa, puesto que los giros compositivos son varios y las estructuras, inquietas. Precisamente Cloud Nothings lo que hacen es explorar los límites de ese sonido agreste, sin caer en lo arty ni adentrarse en terrenos progresivos. Puede que esté un punto por debajo de la sorpresa de «Attack on Memory» y medio punto por debajo en equilibrio, pero siguen siendo punta de lanza del nuevo ruido, ocupando un trono por el que The Men o Titus Andronicus han pasado de largo y al que quizá tan sólo Japandroids se encuentren en posición de optar. Lo mejor es que los visos de continuidad son halagüeños y ahora quedamos a la espera del proyecto que se trae entre manos con Wavves, que seguramente será el más beneficiado de la simbiosis.