El giro que la banda madrileña Charades ha dado con su reciente «Revolución Solar» es ante todo un acto de valentía y tesón. Un paso firme al frente, cómo ya nos tienen acostumbrados la mayoría de la escudería BCore (desde Standstill a Nueva Vulcano). Estancarse no es bueno, y menos cuando su estilo previo partía de unas bases ya de por sí muy vistas.
En esta nueva entrega encontramos un poco de todo, pero siempre partiendo del pop psicodélico tratado desde su raíz (desde Beach Boys y Love), y no desde la revisión de moda actual. En el álbum todo se trata de brillar, de mover el pie y de cantar (la plaga de uh’s y ah‘s marca de la casa pueden causar amores y odios en igual medida).
Melodías luminosas igual de consistentes que en el previo «En Ningún Lugar» son «A la Tercera Va la Vencida», «Aguaceros» o «Harold & Maude», así como la conjunción con el implacable ritmo de batería de «Revolución Solar» (a la larga, la más adictiva). Igual esa versión percutiva del grupo da lo mejor de sí en una inteligente apertura del álbum con «Grito tu Nombre».
Como la luz muchas veces hay que verla precisamente cuando se está en un túnel, ahí quedan sensacionales muestras de obras positivistas hablando desde las heridas como «En las Batallas» o «Veo el Diablo».
La corta duración se justifica en unos parámetros que se mueven siempre entre una musicalidad muy similar, provista de mucha presencia de la batería, apenas algunos retazos de guitarra y un uso perfecto de la melodía vocal. Todo esto genera que en su conjunto funcione todo perfecto, invitando como pocos a la reproducción masiva y a la sonrisa.
