Hace ya seis años de aquel sensacional y sorprende debut de los madrileños Challenger!, de hecho sorprende saber que ya hace diez desde la formación de la banda. Bajo el título de «Dilitid» se presentaban, sin inventar nada nuevo, como un soplo de aire fresco para un panorama madrileño de punk-rock alternativo que por aquel entonces no contaba con el montón de bandas que podemos contar ahora. Con su posterior “Ümelsion” no tuvieron toda la suerte esperada, puesto que aunque el trabajo era bueno, las canciones no enlazaban de manera tan redonda como en ese debut que entraba entre los favoritos del año en esta publicación (entre otras).
Lo que ocurre ahora con este nuevo «Agh!” no cambia demasiado el discurso estilístico de sus dos previos trabajos, puesto que en la batidora de Challenger! siguen entrando los mismos ingredientes: un poco de las melodías redondas de Superchunk, un poco de la destreza de punk contenida en Hot Snakes, la vertiente de garage rítmico de los colegas de Obits y, sobre todo, un gusto por el rock ruidoso con más gancho que los pone en la misma línea de los Hüsker Dü más amables del “Candle Apple Grey”. Pero aún usando esos mismos ingredientes para la mezcla conviene comentar que este “Agh!” es un paso adelante en la fórmula de la banda, ya que aunque la colección de canciones nos lleva más a acordarnos del notable conjunto de “Dilitid” que del aprobado de “Ümelsion”, la banda se muestra más segura y confortable que nunca con su propio ejercicio de estilo. Tanto como para permitirse el lujo de ir media hora a piñón fijo, nutriéndose de sus virtudes melódicas (las dos voces de Paul y Agh funcionan mejor que nunca) y de mucho buen gusto para hacer que todo pase mejor.
En este nuevo trabajo hay hueco para todo ese espectro que comentábamos pero sobre todo destaca una unión perfecta que hacen que todo el minutaje este aprovechado al máximo. Hay momento para cantar pegadizos estribillos como los de “Friday” o “Faster”, pero también hay momento para poder mover la parte baja de la espalda con propuestas con ritmos como los de “Days Are Gone” o “Jeannie”. Pero quizás lo que termina de conseguir este “Agh!” de la mejor manera posible es conseguir un buen aluvión de temas de esos de cantar con el puño en alto y con una cerveza en la otra mano: “Frame to Frame” (empuñando “Frame by frame, taking the corner!!”), “Hot Knees” (a grito pelado con lo de “This is my favorite kind of day!!”), “Just a Kid” (“you better believe, it’s like that!”), “The Cliff” (“looking at the cliff right now!!”) y “Try Hard” (“try hard! keep trying!!”) son los mejores exponentes de energía de todo el disco.
Así que el regreso de este power-trío madrileño contentará de sobra a los que hayan disfrutado con sus trabajos previos, y sorprenderá a todo el que haya descubierto en los últimos años a Bob Mould, a Rick Froberg y a Mac McCaughan. Y que cumplan otros diez años haciendo esto tan bien.
