/Reseñas///

Bloomington – Activando la Disidencia

Bloomington - Activando la Disidencia portada
Aloud Music, 2006
Productor: Fran Siendones, Pedro Barrantes
Banda: José Tato, Javier Torres, Juan Jesús Tato, Carlos Rubio

Géneros:

7.6

Desde hace unos años que Bloomington son, más que una banda, unos auténticos catalizadores de la escena indie-rock nacional, aunque siempre han sido un poco los hermanos pobres de otras bandas, sin obtener el reconocimiento del que otras bandas de grandes ciudades disfrutan. En este caso y como viene siendo tendencia, los cacereños se han pasado al castellano resultando en un curioso timbre de voz un tanto ambiguo con tendencia a exagerar las «eses». Esto permite que las historias de desesperanza tanto sentimental como sociopolítica nos atraviesen con más fuerza, así como los alegatos que llaman a cambiar el futuro, a «activar la disidencia» como reza el álbum inspirado en un texto de Chomsky.

La pauta del disco es la tensión instrumental agudizada con letras perturbadoras. Así comienza con trepidancia percusiva «Empezar otra vez» que enlaza a la perfección con «No todo está perdido». Esto ilustra el carácter unitario de un disco breve (35 minutos) y con escasos altibajos.
Pero la poesía de Bloomington habla de cosas muy concretas. El mejor caso lo tenemos en «Madrid Rock», una especie de oda a la música a modo de desoladora crónica futurista, o quizás no tanto. El tono tristón y amargo con su punto de fuga continúa en «Cuando Fuimos Reyes» y se remonta el vuelo un poco con la reflexiva «Redactor Jefe».

El disco también nos ofrece números dignos del mejor pop-rock como «Lugares Comunes» o especialmente «La Corporación» con pegadizos estribillos que obsesionan la mente del oyente. Una conjunción tan perfecta tiene esta última entre fuerza lírica e instrumental que no sabrás si la escuchas por el puro placer de oírla o para aprenderte la letra. Letras remarcadas con la reiteración rítmica y que alcanza grandes cotas como en «Trenes Rigurosamente Vigilados».

En fin, Bloomington encuentran en su particular madurez un aliado poderoso en el castellano para mostrar una rica expresividad que no necesita de grandes piruetas musicales más allá del indie-rock noventero y quizá algunos retazos de post-rock. Canciones volátiles que nos sobrevuelan como sueños y pesadillas a la vez exponentes de la cruda y grisácea realidad, sensaciones bien plasmadas en el artwork.

Contenido relacionado

1 de enero de 2006