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Annabel – Youth in Youth

Annabel - Youth in Youth portada
Count Your Lucky Stars, 2012
Banda: Ben Hendricks, Andy Hendricks, Scott Moses, Corey Willis

Géneros: , , ,

8.7

Difícil empezar a definir un disco como el «Youth in Youth» de Annabel sin hablar de años 90, de indie emo y de perfecto ejercicio de estilo. Desde la épica apertura con aires de marcha militar indie-rock, hasta la despedida en crecendo «Our Days Were Numbered» encontraremos sensibilidad y emoción a raudales, juventud, melancolía y todo manteniendo el pulso rítmico y sin caer en el aburrimiento. Porque uno es un profesional que sino plantaría aquí mismo un emoticono con una lágrima de felicidad de medio kilómetro que por otro lado quizá es lo mejor para transmitir la ensoñadora esencia de «Youth in Youth».

Hay una extraña maestría en la juventud de este cuarteto de Ohio, una habilidad para mezclar los ingredientes de Weezer, Death Cab for Cutie, The Get Up Kids, Mineral, American Football… todo ese sustrato de grupos americanos de nerds que un día volcaron sus sentimientos negativos en música sugerente y brillante, en pop guitarrero y escapista. Casi cada canción es un grito al cielo, un ejercicio unitario de ritmos palpitantes, acordes que derrochan optimismo, voces limpias pluscuamperfectas repletas de coros.

Por si fuera poco este conjunto de grandes canciones sin excepción, se aprecia una estructura muy conceptual, también en la temática, sobre el paso de la adolescencia a la edad adulta. Y si las primeras cuatro canciones conforman un microcosmos emo que nos hace enmudecer, después habrá otros detalles de cohesión como la intro que precede a la cándida «Home». Quizá a partir del ecuador el disco pierda un poco de impacto, en parte porque la banda ya ha revelado sus cartas pero no se nos quitaran las ganas de corear entre las serpenteantes guitarras de «The Dept. of Mutual Appreciation» por ejemplo.

«At Least for Now» con su escalada percusiva y sus retazos post-rockeros es tal vez la pieza que más desapercibida pasa dentro del disco y junto a esos cálidos drones de «Rapids» relaja un poco nuestros oídos de tanto momento álgido. Quedamos así preparados para el atropellado pop guitarrero de «You Could Be Living Better» y sobre todo para esa despedida antes nombrada que con su tormenta final nos recordará a los más sinceros estallidos del Rivers Cuomo de «Pinkerton».

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1 de enero de 2012