La selecta comunidad de artistas que se pueden permitir el lujo de girar y girar por España tiene en Greg Dulli, líder de The Gutter Twins y The Twilight Singers, a uno de sus actuales miembros destacados. No hace ni un año que estuvo en Madrid en acústico junto a su colega Dave Rosser tocando sus grandes temas de siempre mientras ya se había filtrado el adelanto del nuevo disco de Twilight Singers. El disco que por otro lado presentaban en una siempre bien sonorizada sala Caracol.
La labor de telonero corría a cargo del nuevo grupo del ya conocido Pepo de The Secret Society, un trío llamado Buena Esperanza. Si a esto de ser tres añadimos que tiran de slowcore podríamos entrar en una típica comparación con Low, pero lo suyo es algo mucho más cargado de sonido noventero y de guitarras robustas. Hay que seguirlos de cerca, porque prometen.
Greg Dulli apareció tan campechano como siempre, incluso haciéndose fotos en la puerta de la sala apenas unos minutos antes de tocar. Le vimos mucho mas delgado y en una forma envidiable, aunque en esta ocasión se vio al de Ohio mucho más calmado e introspectivo que en sus interpretaciones con Mark Lanegan. En definitiva se trataba de eso, de verle en su faceta mas rockera, aunque no por ello se pierda la habitual elegancia y magnetismo que ya conocemos de el y su música.
El repertorio elegido para Madrid fue un tanto extraño, dejándose en el tintero temas de ayer («King Only») y de hoy («Blackbird And The Fox») que habían permanecido inamovibles en sus setlist recientes. A cambio de esas ausencias notables tuvimos buenas sorpresas, como una muy bien traída «Esta Noche» en los bises o una aparentemente poco recitada y preciosa «Love». Pero sin alarmas, que los diez minutos en que unieron con certera emotividad «Twilite Kid» y «Teenage Wristband» no nos lo quita nadie, como tampoco el repaso a «Annie Mae» y «The Killer«, ésta ya en los bises. Los temas del nuevo disco sonaron bastante bien pero sobre todo fue «Gunshots», como segunda de las tres canciones del bis, la que mejor encajó con el devenir del concierto.
Greg fue poco a poco a mas, con algún que otro grito de animo al publico y con su habitual genio escénico. El mejor momento fue sin duda el que se produjo con el cantando alejado del micrófono del clásico «Fever» en mitad de «Too Tough To Die». Nada de esto es nuevo, porque él ha sido siempre uno de esos frontman que llenan un escenario con su sola presencia, pero no tanto ver como se fundía con unos músicos tan buenos e intensos como son Twilight Singers. Igual hicieron con «Another Brick in the Wall» de Pink Floyd y hasta con «Miles Iz Ded« de sus Afghan Whigs, dos momentos de intensidad especial.
No sabemos que tal se le dará dos días después ante el variado público del Bilbao BBK Live, pero nos atrevemos a decir que volveremos a ver a Dulli y sus chicos pronto de vuelta, aunque espero que con un repertorio algo más acertado para todos.