No quiero incidir demasiado en las virtudes de un concierto de los madrileños Adrift, porque son muchas ya las ocasiones en que hemos hablado de ellos en vivo pero es que permanecen infalibles. En esta ocasión, y ejerciendo de banda de apertura (tocaron más que el grupo que presentaba EP, Trono de Sangre, así que de teloneros nada) dieron uno de los conciertos más serios que los he visto: para bien y para mal.
Quizás hubo un exceso de sonido de bajo en los primeros tramos, pero de nuevo demostraron que tocar en «el Wurli» es como tocar en casa y sacaron un buen sonido. La clave del concierto venía en ese tema nuevo que parece alejarlos un poco de la velocidad habitual de sus ritmos, incluso con algún devaneo hacia el post-metal más ruidoso. Hay ganas de que saquen nuevo material de una vez, pero sobre todo por poderlo ver en vivo, que es donde verdaderamente triunfan.
La tarea de Trono De Sangre era verdaderamente complicada, tras un extenso y abrasivo set de Adrift no es fácil mantener el interés. Con las horas perdieron algo de público y al sector de fumadores no le dio por entrar hasta el segundo o tercer tema, así que el inicio del concierto quedó algo frío. Rápidamente las voces de Héctor y Fer nos ganaron, pero sobre todo fue la capacidad técnica y veloz de un cuarteto que parece funcionar a la perfección con apenas unos meses de vida.
Así, recuperando a la perfección el sonido de la patada en la cara que es su EP de presentación «Deus Ex Machina», nos dejaron un sensacional sabor de boca a todos los presentes tocando a bien todos los palos: post-hardcore, screamo, punk rock melódico y hasta algún devaneo melódico.
