Si en la crónica de la jornada previa del festival hablábamos de como Tomavistas se habia convertido en un evento distinto y especial, sobre todo gracias a un entorno especialmente agradable y un cartel distinto, en este última jornada la cosa se acrecienta. Jornada de despedida un año más con presencia destacada de los más pequeños de la casa, contando además con unos horarios mucho más tempraneros para disfrute familiar.
Comenzamos la jornada con unos Morgan que ya están acostumbrados a los grandes escenarios y al éxito, con esa especial manera de entender el soul con el trasfondo indie. En el pequeño posteriormente Jeremy Jay hizo lo que pudo tirando de su habitual elegancia pop ante un público no muy por la labor. Concierto íntimo, en escenario pequeño.
Enric Montefusco, ex líder de Standstill, presentó posteriormente en el escenario grande su reciente debut en solitario «Meridiana» junto a un batería y dos multinstrumentistas (guitarra, tuba, violín, ….). El que escribe ha sido un habitual en la trayectoria de Standstill desde sus inicios, quedando algo más descontento con los últimos trabajos de la formación catalana cuando el propio Enric parecía tomar más las riendas de las composiciones, pero ciertamente el reciente trabajo de Enric y cómo lo lleva al directo nos hizo pasar un rato agradable y especial, con temas como «Flauta Man» , las dos interpretaciones de «Todo para todos» (primero desde el escenario y para cerrar, entre la gente) o sobre todo un excelente «¿Por qué me llamas a estas horas?» interpretado con tuba. Sin duda que Montefusco es uno de esos artistas que aún empezando desde terrenos hardcore ha sido un culo inquieto que lo hace navegar por todos los mares, a decir verdad en el que navega ahora se vuelve a cruzar con nosotros.
Pero si hubo una banda que la lío en Tomavistas, esa fue Fuckaine. En el escenario pequeño presentaban su formación nueva de cuatro miembros, en un escenario en el que su cantante Fran se quedaba sin sitio para bailar y correr. Si bien el resto de la banda se mantuvo bien en su sitio, con mención especial a Tábata en primera línea al bajo y al sinte, el propio Fran dio un autentico recital entre lo humorístico y lo impredecible (mención especial a los dos invitados de Alien Tango que subieron a escena a bailar), siempre manteniendo el hilo de la canción. Genio y figura. Aún así, nos quedamos con que los temas de «Pizza Valentine» y su nueva formación da un aire más contundente y seguro a su directo.
Con el caso de The New Raemon y McEnroe posteriormente me resultó aburrido, aún teniendo el máximo respeto a las dos partes implicadas. El entorno era apropiado, buen tiempo, buen sonido, las gradas… Pero no, el concierto quedó muy falto de la garra habitual de ambos artistas y apenas me quedo con el siempre fenómenal Marc Clos. Quizás la actuación tuvo demasiados pocos momentos del repertorio de ellos por separado para sacar un poco el concierto de lo monótono (apenas un tema de McEnroe para cerrar y cuatro frases de «El saben aquel que diu» de The New Raemon). La cosa en festival no terminó de funcionar.
Mientras Madrid estaba más pendiente ya se preparaba para el final de liga de fútbol, unos pocos nos metímos de lleno a ver cómo Rufus T. Firefly se lanzaban a escena para reemplazar la ausencia de última hora de Egon Soda. Concierto psicodélico con muy buenas maneras para estos chicos, de los que podemos decir que no se les quedó nada grande la situación.
Y aunque Polock y L.A. actuarían posteriormente, nuestro festival no pudo cerrarse de mejor manera que con la fresca y divertida actuación de los malagueños Airbag, que en Madrid ya podemos decir que juegan en casa también. Como suele ser ya tradición volaron hinchables, caras felices, pogos inofensivos y gente volando por los aires fueron lo principales ingredientes, con un repertorio que repasó todo su cancionero desde temas antiguos como «Cómics y Posters», hits coreados como «Spoiler» y un montón de canciones de su reciente «Gotham te necesita». Caras felices para cerrar un festival distinto, que esperemos vaya ligado al futuro musical de Madrid por muchos años más.