Llenazo por todo lo alto para el doble concierto de These Arms Are Snakes y Russian Circles en la madrileña Ritmo Y Compás. Los primeros, en labor de cabeza de cartel, van aumentando más y más seguidores a su propuesta de espectacular y salvaje directo. Son la viva imagen del grupo que ha sabido crecer su público sobre todo gracias a sus directos siempre incendiarios.
Antes de todo esto el trío de Chicago Russian Circles había dejado el pabellón increíblemente alto. Con una hora de retraso justificada por un robo en Barcelona a los chicos de These Arms Are Snakes (una pena que de todo lo bueno de la ciudad se tuvieran que terminar acordando de los indeseables), se apagaron las luces y apenas se quedó un halo de luz debajo de la silla del batería. Esto aumento considerablemente la dificultad de hacer diana con las fotos pero visualmente creo que casaba con el ambiente denso. Eso sí, el humo que usaron fue realmente excesivo, sobre todo a la hora de olerlo y de introducirse en los ojos.
Aún con un tema visualmente tan cuidado, lo que fue mucho más mimado fue el sonido. Nitidez absoluta que no se si debemos agradecer al técnico, al grupo o a todos, pero se lo agradecemos. A los segundos fijo que agradecemos el resto del concierto, muy corto para lo que estaba gustando. Al guitarrista tenemos que agradecerle que fuese capaz de desdoblarse en dos (grababa las partes repetitivas, llenaba de acoples todo y para colmo se lucía con potencia) y le coronamos como el mejor de la noche. No quedan lejos los pasajes ritmicos de batería que se salen de lo que uno puede esperar de un grupo del palo, tocado eso sí con unos golpes a la altura de la densidad que teníamos de cuerdas.
Sobre todo la banda se centró es «Station» en esta corta actuación, del que sonaron tan potentes como limpias «Harper Lewis», «Youngblood» y «Station». La emotividad vino de la mano de «Versus» y del anterior disco destacó el guitarrero math rock de «Death Rides a Horse». Para el próximo disco esperamos poder verles más tiempo en vivo.
Debido al retraso con los horarios a These Arms Are Snakes ni los terminó de ver un servidor, pero parece que la cosa apenas varió en todo el concierto: la herencia incendiaria de Iggy Pop directamente heredada en el cantante de la banda que en el primer tema ya había: volado por encima de todo el público, manejado manualmente los focos de la sala, trepado por altavoces… También un buen setlist con la inclusión de temas nuevos, pero la cosa en general lució muy poco musicalmente por un sonido altísimo, mal ecualizado y en general bastante insoportable. Suponemos que la principal razón para que esto ocurriera fuera el hecho de que la banda de Seattle no había probado sonido debido al mal viaje desde Barcelona, eso sí.
Por tanto, aparte del espectáculo ya típico de la banda y su cantante, el concierto no tuvo mucho más atractivo. Por lo menos en la primera parte del concierto (como la nueva «Lucifer» en los primeros minutos), ya que dícen los que se quedaron hasta el final que la cosa sonó luego mucho mejor aún sin poder igualar el buen concierto de Russian Circles abriendo fuego.
Dos grupos que gracias a estos conciertos continuarán creciendo para próximas visitas… Por ejemplo, un servidor se imagino a These Arms Are Snakes en algún festival de verano comiéndose al público y a cualquier grupo. O a Russian Circles haciendo una gira en solitario y de mas duración. Esperemos que todo esto suceda, pues ambos se lo merecen.
