/Crónicas///

Summercase – Boadilla (Mad) (14/07/2006)

7.2
Viñas Viejas, 15.000 personas aprox.
Precio: 105 € (abono) / 75 €

No sabemos muy bien la razón, pero parece ser que el «Fin de semana nacional de los festivales de verano» tiene fecha. Al menos en 2006, puesto que el fin de semana del segunda semana de julio España parecía festivalandia. Por un lado el Monegros Desert Festival que como todos los años se hizo el sábado, y por el otro la horda de nuevos festivales que nos habían llegado en este 2006. Esta horda estaba compuesta en un lado por el Bilbao Live y el Natural Music Festival de El Ejido, ambas con Guns N’ Roses y Placebo como mayores exponentes, y por otra estaba el Summercase que se celebraría simultáneamente y con el mismo cartel en las ciudades de Madrid y Barcelona. Este hermano grande del Wintercase, organizado por Sinnamon, es el que nos ocupa. Concretamente la edición madrileña, que se realizó en Boadilla del Monte, con un magnífico éxito en todos los sentidos, a pesar de que la organización tuvo que aguantar quejas de asistentes y vecinos, siendo estos últimos los únicos en seguir quejándose sobre que no se vuelva a celebrar en un sitio tan cercano a las casas.

La verdad que a nuestra llegada al recinto de Boadilla, desde uno de los buses fletados desde la estación de Metro de Colonia Jardín, comprobamos lo increíblemente cerca que estaba el recinto de los escenarios. Sólo podíamos pensar en que iba a pasar cuando al día siguiente la machacona música de Fatboy Slim hiciera acto de presencia en las casas de los vecinos de Boadilla. Nosotros a lo nuestro, debido al retraso en los autobuses no llegamos a tiempo más que de oír de camino al recinto «Not If You Were The Last Junkie On Earth», que era la única canción que de verdad deseaba ver en directo, y la exitosa «Bohemian Like You» que sonó completamente deslavazada. Hablamos de The Dandy Warhols, que a eso de las 21:00 daba por finalizada su actuación en el escenario Terminal O. Entramos ya con el concierto finalizado, así que decidimos explorar el terreno ya que The Divine Comedy no eran especialmente santo de nuestra devoción.

El recinto era un enorme montón de piedras pequeñas allanadas como buenamente pudieron para que no hubiera que sufrir demasiados esguinces. Había 4 escenarios, dos gemelos alejados por unos cuantos cientos de metros que eran los Terminal O y E, a los que sumábamos tres carpas mas: La Terminal S, que era una carpa de Circo enorme, la Terminal N que era una carpa mucho más pequeñita y que de tamaño bien podía pasar por ser una sala mediana-grande y una última llamada I Love Mad (I Love Bcn en la ciudad condal.) en dónde pincharon diversos invitados como Jesús Ordovas de Radio 3, Dj’s de Mondo Sonoro, etc. Además había una pequeña carpita sin cerrar en donde unos ventiladores y unos aspersores, que se hacia llamar carpa «Microclima». En general el recinto daba sensación de agobio, ya que el recinto se quedaba pequeño para tanto escenario y carpa. El año que viene mejor un escenario menos o un sitio pelin mas grande.

Con el tiempo pegado volvimos al Terminal O, dónde empezaban ya Starsailor. Con eso ya nos dimos cuenta del gran defecto del festival, los solapamientos de los cabezas de cartel. Es intolerable que la gente pague por ver como, ese mismo día por ejemplo, Primal Scream se solapaba en su parte inicial con New Order y la final con Keane, y así con todos. Esto si que deberían mirarlo bien para la próxima edición, que coincidan otras bandas es completamente normal pero los cabezas de cartel… En definitiva, como en el Rock Werchter belga nos perdimos mucho de los chicos de Starsailor pues nos acercamos bien al escenario para poder verlos a gusto. La verdad que los ingleses fueron de lo mejorcito de ese primer día y m lleve una grata sorpresa con su concierto, aún con la luz del día. Temas de la calidad de «Poor Misguided Fool», «Silence Is Easy» de su último disco o sobre todo una extraordinaria «Alcoholic» que me volvió a parecer épica. Además, sonó la muy celebrada «Four To The Floor» que puso a la gente a bailar. Fue un concierto un poco desanimado por parte del público, pero hacia el final la gente ya parecía mostrar más agrado por la banda que en todo momento sonó perfectamente.

Decidimos ir a comer algo aprovechando el pequeño espacio entre el final de Starsailor y el comienzo de Happy Mondays, aunque nos perdiéramos un poco de la banda de Manchester. Si durante los casi 60 minutos que pasamos dando vueltas entre fuente, compra de tickets, baños (eso de baños de chicas y de chicos separados es una idea absurda… en un lado habia cola en el otro no habia nadie) y compra de comida me dicen que al final le iba a poner buena nota al Summercase, no me lo creería. Desesperante fue aquello de las colas sobre todo por habernos perdido Happy Mondays, a los que vimos un poco de lejos. Poco que decir pues de los de Manchester, no sonaron mal pero la gente parecía que habia mucha mas gente pendiente de New Order ya.

Aún así, sonando en un lado Happy Mondays y posteriormente a la vez también New Order, nos escapamos a la Terminal N, la carpa más pequeña de todas. Allí estaban a punto de comenzar Hope Of The States una banda que ya nos sorprendió en el Wintercase del 2004 tocando con Los Planetas entre otros. En esta ocasión venían para presentar «Left», su nuevo álbum. El sonido de la carpa fue terriblemente lamentable desde la primera nota y a pesar de que lo que comenzó siendo un concierto para apenas decenas de personas luego se tornó en un concierto con algo de mejor ambiente, el concierto se nublo del todo. Ni canciones de su último disco tan grandes como «Bonfires», ni temas pasados como «Enemies/Friends» o «Nehemiah» pudieron remediar el desaguisado. Así que, sentarnos en la moqueta de la carpa a verlos desde la lejanía era una idea tentadora. Desde allí vimos la parte final de concierto y un poquito antes de acabar fuimos a ver el final de New Order.

Si habia una banda esperada ese primer día, esa era la banda ochentera New Order. Y es que la banda que surgió de las cenizas de Joy Division tiraba y mucho entre el público de todas las edades presente allí en el Summercase. A decir verdad, el concierto Fue un tanto soso para estar hablando de una banda tan grande como New Order. Aunque bueno, quizás el hecho de no haberlos visto siquiera enteros fue una motivación para que digamos que no Fue un concierto muy animado. Llegamos apenas para ver canciones como «True Faith» o «Temptation» con la que acabaron el set. Los bises tuvieron en «Blue Monday» uno de los momentos álgidos del día sin duda alguna. El sonido era un tanto difuso, pero la verdad que la gente bailó mucho. Una pena perdernos «Bizarre Love Triangle». En definitiva, no soy fan de New Order, pero creo que soy objetivo en decir que no fue un concierto para tirar cohetes.

Tras asuntos varios que ocurren cuando uno intenta quedar con alguien en un festival, nos perdimos algo de la actuación de Primal Scream. Aún así, vimos casi todo el concierto pero desde mas lejos de lo que uno debería verlo. Gillespie y compañía dieron un muy buen concierto, rompedor como siempre con temas como «Kill All Hippies», «When The Bombs Drops» o «99th Floor». El concierto fue de comienzo más rockero, para luego sacar la vena electrónica que tan bien saben combinar. Nos perdimos el final, para ir a ver a los ingleses Keane.

El trío británico es de las pocas bandas capaces de tocar en un festival independiente como Summercase tras haber tocado en el MTV Day (compartiendo cartel con Amaral) y en un concierto de Los 40. La verdad que dejando de lado lo comercial de la música de Keane, estuvimos para mi gusto ante quizás el mejor concierto de ese día. Supongo que también debido a que sólo tocaron una hora, pues un poco más de duración me hubiera aburrido. El caso que el sonido de la banda fue de 10 y la selección de temas creo que fue muy buena, dejando poco tiempo para las aburridas canciones lentas que tanto les gustan a las radio formulas. Hoy en día, se llevan todos los palos del mundo del «indie» pero para sí quisieran muchas de las bandas de moda temas como el gran comienzo con «Put It Behind You» o la interesante «Crystal Ball» de su nuevo disco o los mega éxitos más coreadas como «Is It Any Wonder», «Everybody’s Changing» o por supuesto «This Is The Last Time». Buen concierto, contra todo pronostico.

La actuación de Keane se solapaba prácticamente en su totalidad con la de Chemical Brothers DJ Set, pero el hecho de que Keane tan solo tocará una hora hizo que pudiéramos ir a ver que hacían el par de hermanos químicos. Y bueno, la carpa grande estaba llenísima, solo veíamos un DJ y sobre todo la música era insufrible, así que salimos corriendo de allí antes de que los oídos nos explotaran con esa música machacona. Una pena no haber decidió ir a Razorlight, pero andábamos faltos de fuerzas ya (eran las 2:00 y algunos habíamos madrugado…) así que nos relajamos un poco viendo el final de Brakes (literal, ya que llegamos casi cuando ya desmontaban) y una sesión de Soulsaver en la Terminal N, que terminó haciéndonos marcar unos bailes al son de Nirvana y otros grupos. Para cuando el festival había cerrado, uno estaba ya planchando la oreja en su camita.

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14 de julio de 2006