Triple cartel con uno de mis grupos favoritos de la capital, Skunk D.F. y dos grupos semidesconocidos para mi, Litio y XKrude pero todo ello a un precio apetecible, 12 euros, y un viernes en la Caracol. El anterior concierto de Skunk D.F. (también comentado en esta página) fue en mayo y visto el resultado, no fue nada de extrañar que finalmente se colocara el cartel de “no hay entradas” en la puerta de Caracol.
La noche la abrieron Litio, cuando la mayor parte de la gente aún no había llegado. Buen sonido y buenas maneras, en especial del cantante, aunque el repertorio recordaba bastante al de los primeros Sôber (lo que para mí, no es malo) y acusaba cierta linealidad. Habiendo conocido los temas de antemano, sin duda, el concierto se me hubiera hecho más ameno, pero el concierto se alargo demasiado.
Peor aún lo lleve con XKrude. El concierto se abrió con el cantante haciendo las veces de segundo percusionista al estilo de unos Ill Niño, y casi que fue la mejor parte del mismo. A ellos no hay que ponerles ningún pero en cuanto a actitud y presencia, pero no creo yo que fuera una elección acertada para telonear a los más comedidos Skunk D.F. Cuarenta minutos de metal extremo y voces guturales, acabaron por saturarme completamente.
Con ese mal estado de ánimo, tuve que afrontar la entrada de Skunk D.F. No me pareció buena elección que empezaran por “Espantapájaros”, supongo que antes las críticas del anterior concierto sobre que la voz de Germán estuvo muy tapada, para que precisamente luciera voz. A mi modo de ver no lo logro, pero ya con el siguiente tema de «Esencia», “Lucha Interior” el concierto tomo otro color y fue subiendo paso a paso en intensidad y ya con “Cirkus” la Sala Caracol fue un bullidero desde la primera hasta la última fila, con la gente botando sin cesar. La banda estuvo entregadísima y fueron constantes las referencias al cartel de “no hay entradas”, por un lado, agradeciendo efusivamente al público su asistencia y por otro, cuando Germán se lo enseñó a una fan de Pepe, diciéndole que “lo tenia todo vendido”. El set fue prácticamente idéntico al de mayo, pero con las novedades de escuchar en directo “Pícaro” y “Última Oportunidad”.
Además el concierto contó con la colaboración de Pablo Giaretta, cantante de Circus, grupo que únicamente comparte nombre de canción con Skunk D.F., porque estilísticamente poco tienen que ver. Pablo con sus cerca de dos metros dejó en enanos de estatura a los miembros de Skunk D.F., pero estos le dejaron a él enano en tablas. Para la próxima colaboración sería muy recomendable que como mínimo se aprendiera las letras porque lo de llevarlas apuntadas en la mano se noto demasiado o lo de los tarareos… aparte de que el tío impone pero voz para cantar “Supernova”, no me pareció que tuviera. Después de la impresión de “esto a que viene” con la que me quede, afortunadamente el concierto recobró la intensidad con “Última Oportunidad” y sobre todo con “Cuarto Oscuro”. Aquello ya fue el acabose con el público completamente entregado. Mucho temimos que el concierto hubiera acabado ahí, pero nos regalaron unos generosos bises con “Manifiesto”, con Alberto portando una mascara de luchador mexicano; el para mi tema estrella de la banda “Carpe Diem” y con un guiño al pasado en la interpretación de “Anestesia”.
Salvo dos momentos puntuales (“Espantapájaros” y “Supernova”) el concierto fue intensísimo y como ejemplo el mío propio, del bajón con el que acabe la actuación de XKrude y como salí de excitado tras la actuación de Skunk D.F., pero no fue sólo cosa mía porque sólo hacia falta echar un vistazo hacia atrás para ver como se vivió el concierto de adelante hasta atrás en la Sala Caracol. A parte del “Sold Out”, Skunk D.F. se pegaron también una triunfada en el plano musical y espectáculo. Eso ahora mismo, fuera de los circuitos de música comercial, pocas bandas creo que sean capaces de lograrlo. A ellos se les notó encantados con la respuesta de la gente. Nosotros también salimos encantados con el concierto.