Curioso evento este de La Noche En Blanco, instaurado desde hace un par de años como la salvación de la cultura madrileña. En realidad, tener este acontecimiento comienza a cansar, y apenas nos queda el poder disfrutar de una fiesta más en Madrid ahora que las del 2 de mayo fueron eliminadas, que disfrutar de ese «evento único» cultural que nos proponen desde los gobiernos.
En mitad de la plaza de Chamberí, en un templete perenne a modo de escenario, se desgañitaron algunas de las mejores bandas de Madrid. Primero Atención Tsunami y luego La Débil, que podríamos haber visto si el invento este de La Noche En Blanco no colapsara tanto Madrid.
A Pony Bravo si dio tiempo y a decir verdad no consiguieron empaparnos con esos aromas americanos como tan bien saben hacer en disco. Una banda muy de sala, pero que aún así contentó bastante a la gente.
El remate lo pusieron los siempre incontestables Rosvita. Un montón de temas nuevos a presentar, formaban un equipo perfecto con lo mejorcito de su repertorio: «Calcetines Rojos De La Suerte» o «Quijada Quemada» en la faceta más guitarrera tanto como «Esas Palmas Me Han Dao La Vida» en la que comandaban los teclados.
Con respecto a esos temas nuevos pudimos comprobar que podemos tener un digno sucesor del irregular «Podrida Ser». En concreto, parece que la parte festiva y desenfadada debe estar a la altura.
